«Si el famoso decide comerciar con su vida, se expone al acoso»

Con el estilo pausado y sereno al que tiene acostumbrado al espectador desde hace doce años, Cristina García Ramos, la presentadora de Corazón, corazón (TVE) participó ayer en las sextas Jornadas Socioculturales del Círculo Empresarial Leonés con la conferencia Vidas privadas, personajes públicos; el precio de la fama . Tras la intervención del actor José Sacristán el pasado lunes, el salón de actos del Ayuntamiento de León albergó la conferencia de esta veterana profesional de la información nacida en la ciudad tinerfeña de La Laguna. García Ramos resumió el fondo de su intervención asegurando que los famosos «han de ser conscientes de que su vida suscita un interés general y de que están expuestos a la mirada pública». «El derecho a la información que tienen los ciudadanos entra así en colisión con el derecho a la intimidad que tiene el famoso». La periodista afirmó que no es «fácil» determinar cuáles son los límites de estos dos derechos, pero que el periodista ha de respetar, ante todo, «el ámbito de la familia y el de la infancia». No obstante, también señaló que respetar ese último ámbito es complicado cuando el propio famoso es quien «comparece abiertamente con sus hijos en los medios de comunicación». Calificó este proceder de «incongruencia», y dijo que cuando el famoso decide comerciar con su vida «es cuando se expone al acoso». A su vez, aseguró que no se puede «someter a las personas a un acoso constante», y se refirió a las típicas «guardias» de los periodistas, algunas lícitas, como cuando se está a la espera una noticia de importancia, y otras que no son sino una continua vigilancia «de día y de noche», hasta que el famoso haga cualquier cosa, como «ir al dentista, llevar a los niños o salir a dar un paseo». Programas buenos y malos Cristina García se apresuró a constatar que no existen «géneros periodísticos buenos o malos, lo que hay son buenos o malos programas», y así, cuando ella misma hubo de enfrentarse hace doce años a la tarea de hacer un programa de crónica social «sin haber trabajado nunca ese género», decidió aplicar «la estructura del telediario» para el programa. El objetivo era eliminar el barniz peyorativo de «chismorreo» y crear un programa de entretenimiento «ligero» pero elegante «y sin faltar nunca a la verdad». «La libertad de expresión no da derecho a falsear ni mentir». El resultado, dijo, ha sido «un informativo pionero de la vida social». Por otro lado, consideró la veterana periodista que en nuestros días existe «un exceso» de programas de este tipo. «Hace un tiempo creíamos que nos estábamos quedando atrás viendo otros programas más duros y polémicos. Hoy, algunos de esos espacios han desaparecido y nosotros seguimos». La próxima conferencia la impartirá la periodista Mercedes Milá el lunes 13 de marzo, a las 20.00 horas en el mismo lugar.