Edificios que León sacrificó

?on sólo imágenes para el recuerdo. Fotografías de paisajes urbanos ya inexistentes. Edificios que formaron parte de un período de la historia reciente de la ciudad y le fueron arrancados, en muchos casos, en beneficio de un desarrollo urbanístico que -como se ha comprobado- primó la especulación sobre cualquier otro criterio. Ello explicaría la demolición de edificios de bella factura como el antiguo Instituto General y Técnico Padre Isla, ubicado en el mismo lugar sobre el que hoy se alza el centro de Bacillerato Juan del Enzina. León también se ha ido desprendiendo de las grandes mansiones que un día ocuparon algunos de los mejores solares de la capital. De estilos diversos, muchos de aquellos chalés estaban vinculados a los más notables apellidos de la ciudad. En su lugar se levantaron rentables edificios de varias plantas. Apenas quedan hoy más de media docena de ejemplos de aquellas casonas; muchas reconvertidas en sedes de instituciones, como el chalé de los Fierro, hoy ocupado por la Cámara de Comercio, tras una profunda rehabilitación. Únicamente, en la calle San Agustín parece haberse salvado, como testigo olvidado de una época, la llamada casa judía; un espléndido chalé deshabitado desde hace años, con un jardín donde crecen las palmeras y que nadie parece haber mostrado interés en restaurar. El Ayuntamiento de León ha editado un tríptico en el que se recogen algunos de los inmuebles más singulares de los últimos siglos que han ido desapareciendo. Bajo el título el León que se perdió, recoge imágenes de ocho edificios desparecidos. Hubo también demoliciones «dolorosas», porque supusieron el derribo de espléndidos ejemplares arquitectónicos para construir en su lugar moles sin ningún encanto estético; como es el caso del antiguo colegio de los Agustinos, ubicado en una de las más estratégicas manzanas del centro. Igualmente, fue sonada la construcción de la casa denominada la huevera, en la plaza de Guzmán, en un solar donde antes se erigía un edificio de cuento. León en blanco y negro Imágenes de una ciudad que ya sólo existe en el recuerdo de algunos o en fotografías en blanco y negro. Singulares edificios que fueron derribados para construir en su lugar otros de mayor altura y, sobre todo, que supusieron grandes negocios urbanísticos. Arriba, chalé de la familia Sanz en Ordoño II; debajo, la iglesia del colegio de los Agustinos, que ocupaba una manzana entera. Principios de siglo XX Puerta Obispo se derriba para conseguir una avendia amplia (la calle Ancha) y que el coche de algún potentado local pueda pasar sin dificultad. Años veinte ?l progreso obliga a derribar el Hospital San Antonio Abad, para «ordenar» la plaza de Santo Domingo. Años cincuenta Derriban la casa del Marqués de San Isidrio y la de los Velasco para levantar el Colegio Leonés. Adiós a los chalés ?ntre la década de los sesenta y los setenta van desapareciendo los últimos grandes chalés de la ciudad. El de don Paco (hoy Banco de España), el de Alfageme (hoy oficinas municipales), los de Alcázar de Toledo, la Condesa... Derribos dolorosos ?a ciudad asiste con pena a la demolición del colegio de los Agustinos, las fábricas de Zaraúza (en la actual Gran Vía de San Marcos), el teatro Principal, los cines, el Instituto General y Técnico...