«Me rebelo contra la costumbre de hacer las cosas sin ilusión y contra la chapuza»

Habla pausadamente, con ese fraseo que imprime también a su música, con la guitarra en la mano, acariciándola. El cantautor leonés Amancio Prada (Dehesas, 1949) recibía ayer con emoción el Premio de las Artes de Castilla y León. Un premio a uno de los mejores trovadores contemporáneos. Un galardón a más de tres décadas de un camino de perfección. -¿Cómo le sienta el Premio de las Artes de Castilla y León? -Me ha alegrado y me ha emocionado. Es como recibir un abrazo de tu tierra. Una alegría que comparto con mis padres y mis amigos. -¿Es poeta antes que músico? -Mi experiencia de poeta es musical. He llegado a la poesía a través de la música. Soy cantor de poetas. -¿Qué música le pondría al alto el fuego de ETA? -Habiéndome alegrado mucho con este premio, me alegré más aún con esa noticia. Hace años hice una canción de ese asunto desgraciado del terrorismo, que me negaba a cantar para no darle la vigencia que otros se empeñaban en darle. Más que una música habría que dedicarle un silencio estremecido y esperanzador. -De leonés a leonés, ¿qué le diría a Zapatero? -Le diría que ánimo y que trate de convocar el máximo de concordia y de quórum posible. -¿Qué se reprocha? -Cierta pereza, aunque luego no paro de trabajar. Me gustaría leer más y pensar más alto. -¿De quién no se perdería un concierto? -De José Alfonso, ahora que ya se fue. No tuve la suerte de verle en persona, pero es un maestro y uno de mis cantores favoritos. -¿Qué le da el público? -Compañía, ánimo y sentido a mi vida y a mi trabajo. -¿Es leonés de nacimiento y gallego de sentimiento? -Soy leonés del Bierzo y, en cierto modo, el haber nacido en El Bierzo me hace respirar y sentir a Rosalía con la misma naturalidad que a San Juan de la Cruz. Los que hemos nacido en la frontera somos los primeros en darnos cuenta de su relatividad. No estamos ahí para separar, sino para abrazar. -¿Tiene sentido a estas alturas reivindicar una autonomía para León? -No. Dejemos las cosas como están. No vale la pena remover más esas historias. -¿A qué poeta de los que no ha cantado le gustaría hacerlo? -A Antonio Colinas. -¿Lo sabe él? -Sí, lo sabe. -¿Y cuándo va a hacerlo? -Lo voy a intentar, estoy en ello. -¿Cómo es Amancio Prada en Zapatillas? -Como cualquier otro. No creo que mejor ni peor. Aunque, la verdad, suelo estar poco en zapatillas. -¿Contra qué se rebela? -Contra la costumbre de hacer las cosas sin ilusión, con desidia. Contra la chapuza. Pienso que tenemos que poner el máximo de cariño y de primor en cada cosa que hagamos. Es más importante lo que hacemos entre todos que para nosotros mismos. -¿Qué personaje de los que ha conocido le ha impresionado más? -Gente importante entre comillas. Grandes escritores como María Zambrano, Agustín García Calvo o Carmen Martín Gaite. Pero me han emocionado más aún gente anónima -en el sentido de que no han sido ni serán famosos-, gente del pueblo, gente llana, como mis padres. -¿En la ducha qué canta? -No canto nada en la ducha. Salvo ahí, canto a todas horas y en cualquier sitio. Me paso el día tocando la guitarra, cantando y estudiando. Aquí la tengo y la estoy tocando ahora. Tenemos que procurar no dar las cosas nunca por sabidas, seguir aprendiendo. Siempre podemos hacer mejor lo que hacemos. -¿España sigue siendo un país de chapuzas? -Menos, pero todavía. Habría que alentar las escuelas de artes y oficios. Nos empeñamos en que nuestros hijos estudien para ingenieros y grandes cosas, pero nos faltan ebanistas, herreros, mecánicos, fontaneros... esas pequeñas cosas de cada día. La enseñanza profesional sigue siendo la asignatura pendiente. Ese sería un consejo también para Zapatero, aunque creo que lo sabe. -¿En qué está embarcado ahora? -Tratando de memorizar las cuarenta coplas de Jorge Manrique a la muerte de su tío. Tratando de darle a cada estrofa la entonación más adecuada. Y preparando con Mestre unos recitales en Manchester, Londres y Extremadura, aunque iré primero a cantar a San Juan a la catedral de Colombia y Cali. «Mi experiencia de poeta es musical. He llegado a la poesía través de la música. Soy cantor de poetas» AMANCIO PRADA Cantautor