Arreglan la cripta de la Catedral para abrirla al público esta Semana Santa

El Príncipe de Asturias fue en 1996 el primer y último visitante de la cripta de la Catedral. Un viejo litigio económico entre el constructor -que reclamaba 409.000 euros- y el Ayuntamiento, la ha mantenido cerrada. La cripta podrá ser visitada por el público en Semana Santa, según confirmó ayer el concejal de Patrimonio, Jesús Cantalapiedra. Justo cuando se cumplen diez años de la aparición de los restos romanos localizados durante las obras de peatonalización de la plaza de la Catedral, el Ayuntamiento está dispuesto a mostrarlos al público. No es la primera vez que el actual equipo de gobierno (PP-tránsfugas) y el anterior (PSOE-UPL) ponen fecha a la apertura de una cripta que conserva parte del campamento romano, apenas visible a través de la gran cristalera que cubre este «tesoro» del subsuelo. A diferencia de anuncios anteriores, lo cierto es que actualmente una brigada de trabajadores intenta reparar la puerta corrediza que da acceso a los restos arqueológicos, estropeada por la falta de uso. Bajo ella, en una estancia de unos 300 metros cuadrados, hay vestigios del acceso oriental del campamento de la Legio VII, la Puerta Principalis Sinistra (Puerta Obispo), de las termas y de las letrinas. Es el primer conjunto arqueológico que el Ayuntamiento decidía conservar in situ en una cripta. Después localizaría otros restos que el tiempo ha demostrado que pertenecen a un anfiteatro prácticamente único en el mundo, parte de los cuales se conservan ya en otra cripta en la calle Cascalerías. Tras una década de misterio, lo más probable es que los visitantes se lleven una decepción. Los restos son muy valiosos desde el punto de vista histórico y han permitido encajar el complejo puzzle del pasado de la ciudad. Sin embargo, apenas son más que trozos de muros y cimientos, a los que hay que echar mucha imaginación para darse una idea de lo que eran. La cripta de la Catedral forma parte de la futura ruta romana que el Ayuntamiento tiene ya diseñada a falta de «rescatar» los Principia y de poner en valor otros hallazgos.