Cerrar

Ya está en imprenta la obra de Victoriano Crémer en homenaje al «creador» del mito de Genarín

Las letras leonesas celebran mañana los cien años de Paco Pérez Herrero

García Prieto, Luis Mateo, Trapiello, Alfonso García y Llamazares elogian la obra del poeta

Francisco Pérez Herrero será homenajeado el sábado

Publicado por
Cristina Fanjul - león
León

Creado:

Actualizado:

El Ayuntamiento celebra mañana el centenario del nacimiento del poeta Francisco Pérez Herrero con un encuentro literario en el que participarán el presidente de la Diputación, Javier García Prieto; Miguel Cordero del Campillo; José Antonio Llamas; Modesto Llamas Gil; Maximino Barthe; Ernesto Escapa; Luis Mateo Díez; Alfonso García; Felipe Zapico y Josefina Rodríguez, viuda del escritor. La presentación correrá a cargo de Pedro García Trapiello y Fulgencio Fernández. El acto, que cerrará el alcalde, tendrá lugar a partir de las once de la mañana en el salón de actos del Ayuntamiento. También el sábado se inaugurará una placa conmemorativa de Pérez Herrero que, con el diseño de Modesto Llamas Gil, ha sido realizada por los alumnos del Centro de los Oficios. La placa se descubrirá a la una de la tarde en el número uno de la calle La Sal. Columnista del Diario de León -su vida estuvo unida al periódico de una manera tan estrecha que el nacimiento de ambos se conmemora el mismo día-, Francisco Pérez Herrero fue un poeta cuya educación sentimental no puede entenderse sin León, hasta el punto de que se trata de una figura sin cuya estela no puede comprenderse el paisaje de la ciudad en aquellos años. Conocido para el gran público por haber sido uno de los cuatro evangelistas que predicó el testamento de Genarín, su obra esconde en cambio una ingente producción lírica y dramática, ésta última compartida en algunas ocasiones con Victoriano Crémer. En este sentido, cabe destacar que ya está en imprenta la obra que el poeta ha escrito sobre su compañero de fatigas y que llevará por título Historias de Francisco Pérez Herrero . Hace escasamente una semana, Crémer recordaba en las páginas del Diario los cien años del autor de Lirios : «Pérez Herrero se hizo poeta porque sin duda era hombre de imaginación desbordada y porque andaban entonces por la ciudad gentes más disparatadas aún, dedicadas precisamente al cultivo de la poesía popular». Cuantos le conocieron destacan la gran hombría de bien que siempre adornó su trato con los demás. Fue ésta una de las claves con que Maximino Barthe, el impulsor de este homenaje, calificó ayer al evangelista: «Era un hombre bueno, con una ironía increíble, al que los leoneses le deben muchísimo». Barthe agradeció además a la viuda del escritor su presencia en el acto del sábado y la cesión para la celebración de un gran número de imágenes que serán mostradas durante la narración de las anécdotas a cargo de los participantes. El poeta del sentimiento Francisco Martínez García le definió como el poeta del sentimiento y de la intuición. «Fue el hombre bueno, de la amistad sin fisuras, hilo perenne de manantial siempre joven e inagotable». Como destaca Miriam López Santos, la poesía de Pérez Herrero estuvo siempre alejada de corrientes y modas literarias y pegada a la realidad social de la época. Su consagración como poeta le llegó con la obra Retablo leonés , una suerte de procesión a través de los paisajes callejeros más queridos por el autor. La Catedral, la carretera de los Cubos, el jardín de San Francisco... León envuelto en las brumas líricas del autor. Pero, además, fue el autor de producciones como Lirios, Zumo eterno, Del amor y del paisaje o Vislumbres , y finalizó su creación literaria con El patriarca de Babia y otros relatos . Su significación política -llevaba con orgullo el título de Amigo de la URSS- le llevó a las celdas de la prisión de San Marcos, pero no impidió que su espíritu se cercenara con el rencor del que trata de desenterrar viejos fantasmas. También en este verso brilló su grandeza de espíritu. Fue, además, uno de los cuatro evangelistas que hicieron categoría a partir de la anécdota de una muerte a destiempo y un tanto atolondrada. Gracias a él y, tiempo más tarde a Julio Llamazares, cada Jueves Santo León comparte la Pasión de Cristo con el recorrido procesional de los seguidores del santo bebedor que bajó a los infiernos de León.