Los Principia llevan cinco meses esperando que la Junta los proteja

Tras la decisión del Ayuntamiento de León de iniciar los trámites necesarios para declarar Bien de Interés Cultural al yacimiento romano de los Principia el pasado 11 de octubre de 2005, han transcurrido más de cinco meses sin que la Junta haya incoado el expediente; es decir, sin ni siquiera comenzar el proceso encaminado a proteger definitivamente el solar de la calle de San Pelayo. Ése es el fondo de la comparecencia de ayer del secretario general de la Unión del Pueblo Leonés, Joaquín Otero, quien denunció el «olvido» y el «silencio de cinco meses» del gobierno autonómico con respecto a este importante yacimiento, que, a decir de los expertos, constituye el verdadero y más antiguo germen de la ciudad de León. Así, el próximo martes, Otero elevará a la mesa de las Cortes la pregunta siguiente: «¿Qué trámites ha realizado la Junta de Castilla y León hasta la fecha con el fin de declarar los Principia como Bien de Interés Cultural?». También recordó ayer el secretario general de los leonesistas la importancia que tiene el mero hecho de que se comiencen los trámites, ya, que justo entonces, y sin esperar a que se culmine el proceso, el yacimiento «quedaría automáticamente protegido». «Perogrulladas» de Clemente La consejera de Cultura de la Junta, Silvia Clemente, había argumentado el pasado 19 de marzo en su visita a la Real Colegiata de San Isidoro que la declaración de BIC «no añadiría ningún valor a los Principia», puesto que, según explicó entonces, «todo el casco antiguo de León ya está declarado BIC». Joaquín Otero opinó que si la consejera llegara a responderle de esa manera, tal afirmación sería «una chorrada», puesto que el que un conjunto «esté catalogado como BIC no implica que todo lo que está dentro lo sea». «Si tienes un piso o un pub en el casco viejo, ¿son Bien de Interés Cultural también?», dijo. «Son perogrulladas típicas de Silvia Clemente, como cuando la Junta dejó que se enterrase un castro en las Médulas, el Castrelín, y ella respondió que sólo se le había echado tierra encima».