El trazado de la autovía de Valladolid amenaza los vestigios de Lancia

El trazado que el Ministerio de Fomento ha aprobado para la nueva autovía León-Valladolid en el tramo entre la capital y Santas Martas podría poner en peligro el yacimiento de Lancia, puesto que se construirá finalmente entre la actual Nacional 601 y el canal, lugar en el que los arqueólogos han indicado se encuentra, entre otras construcciones, una necrópolis romana. Asimismo, también peligrarían las Cuevas Menudas (eremitorios altomedievales). Esta es la razón por la cual el Ministerio de Fomento ha anunciado la puesta en marcha de prospecciones que determinen el alcance de los vestigios. Así lo han asegurado fuentes de la Diputación, que recibieron la carta del ministerio con fecha del pasado 28 de febrero. Lancia constituye uno de los yacimientos romanos y astures más importantes de la península. Con una extensión de cincuenta hectáreas es, además de privilegiada representante del proceso de romanización, sede de la que Dión Casio llamó «la ciudad más importante de los astures» puesto que no debió de tener una extensión menor de treinta hectáreas. Así lo atestiguan los hallazgos de cerámicas, fíbulas, joyas y moneda encontrados en la zona. Como ciudad peregrina (pagaba impuestos a Roma) es uno de los legados más importantes que la arqueología ha desenterrado para la argumentación de cómo Roma fue asimilando a su civilización a la población nativa de la zona, proceso que debió de ser muy lento y que se desarrolló mediante la concesión de liderazgo a determinadas élites indígenas. Durante la última campaña de verano, los arqueólogos y voluntarios que trabajan en los vestigios sacaron a la luz una calle bajo la que se descubrieron los que podrían ser cimientos de un gran edificio que pudo haber pertenecido a un alto jerarca del Imperio, debido a la gran calidad de los materiales hallados: mármol (crustae marmorea) y molduras decoradas. Asimismo, y al igual que ocurrió en León hace escasas fechas, las tareas de excavación alumbraron un taller de metalurgia por las escorias, bronces y escoplos hallados, así como por el lecho de un horno. Por otro lado, la campaña confirmó que el mercado estaba porticado y que en el centro de la calle se encontraba la cloaca. En las termas También se excavó en la zona baja del yacimiento, completando la que se había realizado previamente en las termas. En esta ocasión se descubrió un banco corrido anejo a un hipocastium (la calefacción que llevaba el vapor caliente a las salas), así como un frigidarium. Todos estos hallazgos confirman que se trata de un yacimiento importante del siglo II d.C, puesto que el urbanismo romano está en pleno auge. Una de las revelaciones más curiosas de Lancia es el de varios poblamientos rurales -entre diez y quince) con un auge importante en época tardorromana y que se encuentran a una distancia de la ciudad no superior a los cinco kilómetros. Se trata de núcleos con una dimensión de más o menos tres hectáreas que se dedicaban a la explotación agropecuaria y que, con posterioridad, pudieron convertirse en villas, debido al descubrimiento de mosaicos en alguna de ellas. El verano pasado las cuarenta personas -treinta voluntarios, diez trabajadores de la Diputación y tres arqueólogos- que componen la expedición sacaron a la luz alrededor de dos mil piezas que están siendo documentadas y analizadas, por lo que este año no habrá excavación.