Diario de León

«El déficit musical que sufren los españoles debe ser atajado»

La primera leonesa que ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi defiende que la educación musical deje de ser un territorio vetado a la mayoría de la sociedad

La ceremonia de ingreso en la Real Academia de Rosa Fernández se producirá en el mes de junio

La ceremonia de ingreso en la Real Academia de Rosa Fernández se producirá en el mes de junio

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Cristina Fanjul - león
León

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Rosa Fernández acaba de ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi. Funcionaria de la Xunta, institución en la que desempeña la tarea de asesora de música en la Consejería de Educación, lamenta la escasa atención que se presta en España a la formación musical, y explica en esta entrevista la necesidad de que se den pasos para que la educación en esta especialidad artística deje de ser la gran olvidada por las instituciones. «La música no debe ser considerada sinónimo de élite», defiende. -Usted es la primera leonesa que ingresa como miembro de número en la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi, ¿Cómo se siente? -Pues imagínese, estoy muy contenta. Nunca me lo pude imaginar, sobre todo porque es un reconocimiento que ha llegado sin que sea yo quien lo pida. -¿Cuál es la razón de que haya ingresado en este «club»? -Realicé mi tesis doctoral acerca de la obra de Joan Guinjoan, un compositor contemporáneo catalán que basa su producción en la experimentación rítmica, tímbrica y dinámica. En España es poco conocido fuera de Cataluña, pero en Francia, por ejemplo, sienten gran admiración por él. El caso es que mi director de tesis propuso mi ingreso y, por lo visto, la votación fue unánime. -¿Se dedica a la investigación? -En la actualidad soy asesora de Música en la Consejería de Educación de la Xunta de Galicia, pero desde siempre me he inclinado hacia la investigación. Mi primera beca me la concedió Caja España y la dediqué a un estudio sobre la obra de Ángel Barja; también me concedieron la Manuel de Falla y últimamente he investigado sobre la obra de un exiliado español en México, el músico, crítico y teórico lucense Jesús Bal y Gay. -¿Resulta fácil en España dedicarse a la investigación musical? -Pues no. La excepción es precisamente Cataluña. Allí hay mucho apoyo institucional a la música, por eso hay tanta investigación y tantos buenos directores. Pero es la pescadilla que se muerde la cola. Hay inversión, con lo que la gente responde, se llenan los auditorios y se genera más dinero para la música. -Sí, pero la música clásica, y más la contemporánea, no mueve tanto dinero como el arte, por poner un ejemplo. -No, eso es cierto. No tiene más que ver que aquí en Galicia el Musac se ha convertido en un centro de referencia para los museos de arte contemporáneo. No obstante, y si bien su apreciación es cierta, hay que tener en cuenta el hecho de que hay que «reconstruir» la realidad con el fin de que pase a convertirse en un problema de preferencias, no de dinero. La gente siente rechazo ante la música contemporánea por la simple razón de que no la conoce. -¿Es la educación temprana la solución? -Creo que sí. Hay que realizar de manera seria una programación musical en la escuela que, por otro lado, ha demostrado en varios países que sirve para luchar contra la violencia en las aulas. Además, la progresión es mucho más rápida de lo que puede pensarse. Fíjese. Existe el ejemplo de Finlandia, un país con muchísima menos cultura musical que España. Pues bien, hace pocos años pusieron en marcha un programa que ha permitido que el país exporte hoy en día grandes directores de orquesta. -En España hubo un momento de esplendor en la Segunda República. -Si, y ante de eso, durante la Restauración, época en la que se creó en Conservatorio de Madrid y se abrieron muchos teatros. Después de eso, nada. Hoy en día pocos saben nombrar un sólo compositor contemporáneo y, aunque la mayoría conozcan a Halffter, por ejemplo, casi ninguno sabe hablarte de una sóla de sus obras. -¿Cuál es la diferencia entre una persona con formación musical y otra sin ella? -Es como conocerse a uno mismo. La música hace que consigas transcender, te cambia, te permite ver la percepción más profunda de las cosas, a comprender y a preocuparte de una manera más consciente por la belleza. Puedes escuchar seis veces seguidas a Beethoven pero siempre será distinto. 1396927554

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