Alain Touraine defiende la cultura como regidor de la sociedad
El sociólogo francés Alain Touraine defendió ayer la cultura «como elemento regidor de la sociedad actual», por encima de la política o la economía, en su conferencia «De una visión económica a una visión cultural de la sociedad», parte del ciclo Retratos de Francia , organizado por el Círculo de Bellas Artes. Fundador del Centro de Estudios de Movimientos Sociales de la Escuela Práctica de Estudios Superiores (Francia), Touraine afirmó que un nuevo cambio «ya ha llegado» y añadió que los grandes problemas que discutimos todos los días, de forma privada o en los parlamentos, son eminentemente culturales, desde el «pluriculturalismo» hasta el papel en «la vida personal y pública de la sexualidad». «No damos al tema de la sexualidad toda la importancia que merece», declaró Touraine (1925, Hermanville-sur-Mer, Francia), que consideró que éste es uno de los conceptos culturales fundamentales de la sociedad actual y que estructura nuestra experiencia personal y colectiva. Individualidad Según el sociólogo, director del Instituto de Estudios Superiores de París, el hombre ha superado los esquemas políticos y económicos, propios de la Edad Moderna y del Capitalismo, y ha llegado a un punto en el que su prioridad es la «construcción de su propia individualidad». «Ya no interesa el poder ni la lucha de clases», sino el concepto de «identidad» y la legitimidad de que cada uno pueda construirse la suya, explicó Touraine, que señaló que este «individualismo cultural» ha sido la consecuencia directa de la aparición de «la famosa globalización», que ha supuesto el «fin de lo social». Para este teórico de Sociología, el hombre occidental ha pasado de ser un esclavo de la producción de masas a ser un esclavo del consumo de masas y de los medios de comunicación de masas, propios del Capitalismo; sin embargo, añadió que «ya hemos superado esa etapa» y que «lo económico y lo social ya están desvinculados». Así, destacó que lo social se ha convertido en algo «mucho más personal» y que el individuo, como defensa contra las consecuencias de la globalización, ha adquirido un sentido de pertenencia a una «comunidad única».