Soledad Gavilán viste hoy con sones de zarzuela el Auditorio leonés

Considerada una de nuestras sopranos lírico ligeras con mayor proyección nacional, Soledad Gavilán se encuentra estos momentos en uno de sus mejores momentos vocales con una carrera en el campo de la zarzuela y el recital plagado de éxitos en los papeles más diversos, que van desde Doña Francisquita hasta el de Eutherpe, en la reciente ópera de Manuel Garrido La púrpura de la rosa . Con más de 18 óperas, 16 zarzuelas y 13 oratorios en su haber, el repertorio de Soledad Gavilán es envidiable, algo que, unido a su versatilidad para el ballet clásico y español, hace de esta joven soprano una realidad incuestionable de nuestra lírica. En una época en que el márketing y las prisas han destruido la carrera de más de una cantante, la soprano leonesa ha evolucionado de una manera tranquila y sin apresuramientos hacia una madurez vocal envidiable dentro de un panorama lleno de actividad, de ilusiones y de arte. Celebración del centenario Todos estos elogios podrán ser admirados en directo hoy a las 20.30 horas en el concierto del centenario del Diario de León, en el que la soprano estará acompañada por el pianista Víctor Carbajo en un variado recital en el que se incluyen arias de ópera y romanzas de zarzuelas. Todas estas piezas se enmarcan dentro de un marco del más exquisito lied que comenzará con los Cuatro madrigales amatorios de Joaquín Rodrigo, continuará con un tríptico de canciones de Leoz, entre las que figura la preciosa De cádiz a Gibraltar o A la flor a la pitiflor , para seguir con dos canciones populares de Obardors, La canción de Paloma de Barbieri, de la zarzuela El Barberillo de Lavapiés y concluir esta primera parte con la Canción del Ruiseñor de Doña Francisquita de Amadeo Vives. La segunda parte estará dedicada íntegramente a arias de ópera con el delicioso Vals de Musette , de La Bohéme , Che il bel sogno di Dorotea de La Rondine de Puccini, Vedrai cariño de D. Giovanni , de Mozart, la conocida y siempre esperas Oh mio babbino caro de Gianni Schicci de Puccini, para concluir con el aria de D. Pacuale de Donizzetti, Quel guardo il cavaliere . Un completo recital en el que podremos valorar en su justa medida el excelente momento vocal por el que está pasando la soprano leonesa, y un motivo más para reencontrarnos con la poesía hecha música de algunas de las más afamadas obras de toda la historia de la lírica. Soledad Gavilán y Víctor Carbajo volverán a hacer realidad el viejo sueño de la ópera y de la música en general: revivir un momento mágico en el que por medio de la voz los dramas más íntimos del ser humano, sus cuitas, deseos o simplemente su felicidad, renacen durante unas horas para morir en el mismo instante en que la última nota se diluye en el último rincón de la sala. Morir para renacer como dice Calaf en el último de los tres enigmas de Turandot . Soledad Gavilán hará el milagro de esa resurrección.