Contra viento y marea
La Diputación tomó el relevo de la asociación Promonumenta, que durante años ha velado en solitario por la limpieza de los restos. Diario de León ha dedicado decenas de páginas al tema
Limpiaban y protegían cuando nadie más se preocupaba por ella. Por el método -tan leonés- de la hacendera o facendera , la asociación Promonumenta dedicó muchas tardes a, por lo menos, limpiar de hierbajos y malezas los restos de la segunda basílica paleocristiana más antigua del mundo. Y el Diario de León no sólo lo contó, sino que también dedicó decenas de páginas a denunciar el lamentable olvido institucional en el que Marialba de la Ribera estaba sumida. Los vecinos del pueblo llaman al lugar la iglesia vieja , un topónimo que resulta de lo más revelador a la hora de enfrentarse a la historia de este valioso yacimiento de la ribera del Bernesga que está proporcionando a los expertos una muy importante información sobre cómo y por dónde se expandió el Cristianismo en la antigua Hispania. En 1968, y bajo los auspicios de Antonio Viñayo, el arqueólogo alemán Theodor Hauschild excavó los restos y tomó apuntes de los hallazgos, adelantando en un congreso algunas de las conclusiones, aunque nunca llegó a mostrar el contenido de su cuaderno de campo. No obstante, se cree que la basílica ocupa hoy en día un asentamiento que en el pasado fue mucho mayor, puesto que se sospecha que en sus proximidades existía una villa romana, a ella asociada. Marialba resulta básica para explicar la hipótesis de que el Cristianismo, en la Península, llegó desde África, puesto que en ella se practicaba el rito africanista , con la separación de hombres y mujeres y el uso puntual del velo.