Leopoldo Panero, protagonista de la última jornada de la Feria del Libro de Madrid

La última jornada de la Feria del Libro de Madrid contó con uno de los más famosos outsiders de la poesía española: el leonés Leopoldo María Panero, quien dejó por unos días el psiquiátrico de Canarias donde está internado para acercarse ayer a la caseta de Huerga y Fierro, aunque no estuvo muy hablador el poeta. Y es que cuando se le acercó una joven para que le firmase un ejemplar de Visión , le dijo, un poco taciturno y con la mirada perdida, que no firmaba hasta que se acabase el sandwich que estaba comiendo. Eso sí, cuando acabó, este prolífico autor, que no para de espetar citas cultísimas, le estampó en el libro una firma o unos garabatos semejantes a las olas de mar. La 65 edición de la feria del Libro ha sido para los organizadores y los libreros «muy buena», con aumento de ventas y con el éxito de autores y de público, que cada vez compra más. Así lo señaló el director de la feria, Teodoro Sacristán, quien, a pesar de no tener los datos definitivos, se mostró «muy optimista» y adelantó que el pulso que ha ido tomando a diario con los expositores «es muy positivo y con ventas superiores al año pasado». Y según este primer pulso o tanteo del boca a boca, el libro más vendido, según Sacristán, ha sido Travesuras de niña mala , de Mario Vargas Llosa, un autor que durante el primer fin de semana de la feria firmó ejemplares y presentó, además, el primer volumen de sus Obras completas , siendo el rey indiscutible. En total, en estos 17 días de feria se desarrollado 385 actos culturales, 113 de ellos dedicados a los niños, y 60 a la Ciencia. Pero uno de los datos más impactantes es que este año se han pasado de las 2.000 firmas.