Francisco Pelayo camina del Barroco al siglo XIX en la sala Torreblanca

Francisco Pelayo es uno de esos artistas a la antigua que a veces pintan flores o deliciosos bodegones llenos de apetitosas frutas y verduras, o paisajes llenos de la belleza de las montañas o de las planicies cerealistas. Pelayo es un pintor sencillo en sus aspiraciones y sabio en la técnica que emplea. Pero, sobre todo, es un hombre con alma de artista que lleva muchos años ejerciendo de pintor, primero estudiando al lado de artistas de renombre como Luis García Zurdo, Miguel Ángel Oyarbide o Alejandro Vargas. Vinieron después las exposiciones, un largo rosario itinerante que llevó sus obras por los más diversos puntos de León. Y, finalmente, aunque aún es hombre joven al que quedan muchos capítulos por escribir, la docencia: desde 1998 es profesor de dibujo y pintura en la sociedad Nuevo Recreo Industrial. La pintura de Francisco Pelayo está directamente emparentada con los grandes nombres del Barroco español, tanto por su temática como por lo exquisito de su composición y el sabio empleo de los colores. Pero no le falta el inevitable toque de modernidad: hace interesantes experimentos con la luz y los contrastes cromáticos. En esta ocasión muestra una selección de su trabajo durante los cuatro últimos años, una larga serie de bodegones, paisajes y marinas. Horario: De 11.00 a 13.00 y 19.00 a 21.00; sábados, domingos y festivos, de 19.00 a 21.00.