Dos seísmos que dejaron huella en el hastial
Hay dos fechas trágicas en la larga historia de la Catedral. La primera, el año 1755, cuando el terremoto de Lisboa conmovió a todo el edificio, afectando de manera especial a las vidrieras. La segunda, en 1997, cuando un seísmo con epicentro en la costa gallega hacía temblar nuevamente a la Catedral. Hubo importantes daños en el calado del piñón del hastial norte -que había quedado ya «tocado» en el anterior terremoto- y fue precisa una intervención urgente. El sábado un nuevo movimiento sísmico de 3,8 grados de intensidad, localizado en Castrillo de Cabrera, hacía temer por la estabilidad del templo gótico.