Sardá: «Quiero ver si hay Acebes y Zaplanas en otras civilizaciones»

«Detesto el turismo». Aunque parezca una contradicción, son palabras de Javier Sardá, que regresa a la pequeña pantalla con un programa de viajes que dirigirá y presentará en Telecinco. El popular periodista está convencido de que las cosas vistas de lejos parecen distintas, y con esta filosofía cumplirá su deseo de mirar a España desde el exterior y contarlo después en televisión, en un espacio que él mismo reconoce le cuesta describir porque todavía está en «fase embrionaria». De lo que no hay duda es que será un espacio de viajes con el sello personal de Sardá, que saldrá fuera para ver si, por ejemplo, «en otras culturas y civilizaciones hay Acebes y Zaplanas, si en Terranova hay tenientes alcaldes liposuccionadas que están en la cárcel y si en Mongolia existe una emisora como la Cope y lavabos como los de Roca, con Mirós y tigres», señala el comunicador, que después de tantos años de «rabiosa» televisión y radio en directo, está inmerso en un «privilegio periodístico» que le permitirá grabar material, elaborarlo, montarlo, editarlo y emitirlo. Una misión sin nombre A Sardá, que ha ganado algunos kilillos y luce la tez bronceada, se le han acabado las vacaciones. El conocido periodista que abrió La ventana en la cadena Ser y se trasladó a Marte para conducir el que fue el rey del late night, Crónicas marcianas, no da muchos datos más sobre su nueva misión en la privada, que todavía no tiene nombre y que, en principio, constará de 14 ediciones de una hora de duración cada una. También adelanta que su periodicidad será semanal y que todavía no tiene cerrada ni su fecha de estreno, previsiblemente en abril, ni su ubicación horaria. Solo ante el peligro, sin contertulios ni colaboradores, Sardá reconoce que está «acojonado» porque esto no lo ha hecho nunca. La idea es ver como se siente España desde fuera a través de extranjeros y también de españoles que viven a miles de kilómetros de su tierra. Entroncado con los programas de viajes tradicionales, es decir con una parte serie, el nuevo espacio también incluirá una parte «creativa», con situaciones especiales y buscando la espectacularidad. China, Japón, Australia y alguna zona conflictiva, son, entre otros, los lugares a los que el periodista se trasladará para explicar lo que se vaya encontrando. «Será el mismo Sardá haciendo algo a lo que no pude decir que no porque era lo que quería hacer. Vuelvo porque estoy convencido. Nos atrevemos a algo muy difícil y sobre lo que tengo dudas porque sé si lo voy a saber hacer. Y ese es el reto», declara. Lo de Sardá es el plató y las entrevistas, pero se va a poner «una camisa de once varas» que nadie le ha pedido, según sus palabras, por lo que si el espacio no funciona «será nuestra responsabilidad. Feliz con su actual vida -se ha casado, se levanta muy pronto y se acuesta temprano-, el periodista, que ha fichado a Ferrán Cera, profesional que viene del espacio de viajes que Mikimoto conduce en TV3, se confiesa un mal espectador «porque soy muy benévolo. Eva Hache y Buenafuente son fantásticos. La tele es más difícil de lo que parece», apunta.