Tres muertes que auparon a Franco
El curso «La Guerra Civil setenta años después» concluye hoy con una ponencia de Javier Rodríguez sobre la evolución del régimen franquista en las zonas sublevadas desde el 36
Para entender por qué un militar solo y único, el general Francisco Franco, que incluso tuvo reticencias para sumarse al golpe del 18 de julio, se hace luego con todo el poder «es muy importante ver lo que sucede en la guerra» y en particular, señala el profesor Javier Rodríguez, las muertes, en distintas circunstancias, del general Sanjurgo, el jefe de Falange, José Antonio Primo de Rivera, y el general Mola. El primero, que iba a ser el líder de la operación, muere el 20 de julio de 1936 en un accidente de avión en Portugal; muy importante se considera desde el punto de vista histórico la desaparición de Primo de Rivera, fusilado el 20 de noviembre de 1936 en la cárcel de Alicante, controlada por el bando republicano. Por último, Rodríguez constata el significado de la muerte de Mola, en otro accidente aéreo en Burgos el 3 de julio de 1937. «Si hubiera sobrevivido, el régimen habría sido muy diferente», afirma el director del curso de verano La Guerra Civil setenta años después organizado por la Universidad Carlos III, la Universidad de León y el Ayuntamiento de Villablino en colaboración con la Fundación Sierra Pambley. En su análisis sobre la evolución política en la zona sublevada, Rodríguez detallará cómo se realiza la sustitución del personal político y de los funcionarios, en los primeros momentos de la guerra por designación de los militares y después a través de la única vía de participación en la política, afiliándose a Falange Española Tradicional y las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS) que Franco unificó en un decreto de 19 de abril de 1937. El calado sociológico de la «dictadura fascistida», tal y como la denomina el historiador, está relacionado con la resistencia de una parte del imaginario colectivo «a indentificar a Franco como un dictador, mientras que nadie duda de que Hitler o Mussolini lo fueron». La historia comparada y las definiciones de lo que es y no es democracia serán utilizadas en su intervención para subrayar el carácter dictatorial y totalitario del régimen: «La democracia implica el sufragio universal, masculino y femenino y elecciones libres, que en una dictadura no se dan».