Artículos con aroma berciano

La voz firme y segura dibuja una mente joven, rápida, de idea fácil. En la conversación se adivina sereno pero ágil, sobre todo al tratar el tema de su nuevo libro: Un compendio de artículos de opinión que bajo el título de Un hombre y un gato de Valencia retrata a medio centenar de personalidades. Se cuentan entre ellas Maradona, José Saramago, Elia Kazan... «Cuentos reales. Me gusta esa definición -advierte Gavela-. Soy partidario de dar un leve giro literario a los artículos. Se trata, en cierto modo, de recuperar el romanticismo del periodista que ha echado abajo la tecnología. La literatura es el único resquicio al que podemos asirnos para rememorar ese periodismo de antes». Gavela tilda la visión de las personas que aparecen retratadas en el libro de «bocetos impresionistas y narrativos», apellidos que se dan la mano en el paseo literario que el mismo autor define como solitario y observador. «Todo escritor se sumerge en un océano de cierta soledad y observación, pero ésta es intuitiva», advierte Gavela, que no duda a la hora de ligar ese sexto sentido que abofetea la perspicacia del articulista al «distanciamiento del mundo que exhibe el escritor. Una distancia que sirve para ver las cosas de un modo más coherente, ver y analizar desde la barrera». Nueva novela César Gavela, agasajado con varios premios por sus obras, se encuentra inmerso en la labor de creación de su nueva novela. «Se trata de una novela que inserta por igual actualidad y literatura sin alejarse de la opinión política. En cierto modo se basa en mi memoria, pero no una memoria de mi época de juventud, allá por el noroeste de España, en tierras bercianas, no. Se trata más bien de la historia y los conocimientos alimentados de la memoria», explica Gavela. El Bierzo Como todo berciano que se precie de haber hollado Ponferrada y sus alrededores Gavela habla con orgullo y buenos recuerdos de su tierra. No en vano, allá por el año 1972, fue cuando bautizó su quehacer articulista merced a un semanario de Ponferrada. «Veo que El Bierzo se está convirtiendo en algo distinto a lo que era -subraya Gavela-. Cuando yo era jovencito el único motor de la comarca era la minería, y todos bailaban a su compás. Hoy las cosas han cambiado. La Comarca se nutre más de los servicios, eso sí, sin olvidar la industria. Es cierto que por allí las grandes no pululan pero esa carencia la suplen en cierto modo el gran número de pequeñas industrias que hay y el sector vitivinícola, muy admirado hoy por hoy en toda España y que antes no pujaba tanto». A pesar de los parabienes que dispensa a la tierra que le vio crecer no se guarda en el tintero el azote que el considera indispensable, y como un padre que educa a su hijo, calienta las nalgas de El Bierzo arrojando la sentencia que sigue: «la cultura es muy rentable, hay que potenciar más la cultura en El Bierzo. Es cierto que se ha mejorado, pero en mi opinión debería crecer en la dirección universitaria, fomentando las carreras de letras, que son las grandes olvidadas de la sociedad contemporánea», plantea. Lo cierto es que si con números se sustenta la hacienda, es con las letras con las que se alimenta el solaz del alma y el conocimiento.