Viaje por «Frikilandia», con gente corriente y pasiones alucinantes Juguetes Así filmaron «Un franco, 14 pesetas» Barça y Sevilla desde Mónaco Título cuerpo 35 2 líneas género Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Títulodfh shisdfiudfi sifsdi

El formato es más simple que un bocata de chorizo, pero al mismo tiempo aporta un plus de curiosidad que lo hace tan atractivo como (casi) original porque apuesta por historias cotidianas. Es esta ocasión, con Gente corriente, Callejeros pasea sus cámaras por el país en busca de tipos comunes con una pasión insólita que los transforma en originales, pasto catódico para unos minutos de entretenimiento. Eso sí, los de Callejeros renuncian a algo tan tentador para la (mala) televisión como es la burla y el escarnio, apostando, claro, por la ironía y mucha coña. Para muestra, lo de hoy. Veremos a Javier, un agricultor zaragozano de 71 años, que hace equilibrios con un apero de labranza de más de cuarenta kilos sobre el mentón. A Encarnita y Josefina, las misteriosas herederas de un baptisterio romano del siglo I. A Fernando Ortega, alias Musiquito , que se disfraza de astronauta e interpreta por las calles de Sevilla, desde hace años, la canción La mosca . Finalmente, al pintor Toro Bravo, de Alcalá de Henares, convencido de ser Dios. Son reales y están ahí. Dan color y variedad a un país que cualquiera con sentido de humor templado llamaría Frikilandia . Eso sí, al menos Callejeros se sale de lo políticamente correcto y bucea en la siempre desconcertante singularidad humana. ALGUIEN recordará todavía a Juanma y David, aquella pareja homosexual que ganó La casa de tu vida , el reality-show inmobiliario de Telecinco. Ahora han vuelto a ser «noticia» porque se han peleado, y la bronca amorosa se refuerza con la bronca inmobiliaria. Se verifica una vez más la implacable ley: lo que la tele hace subir, ella misma lo hace bajar. A estos dos muchachos, Juanma y David, la tele los elevó a la gloria porque eran simpáticos, primarios y homosexuales. Los dos primeros rasgos son bastante comunes en los concursantes de la tele, pero el tercero ya lo era menos, y como la problemática gay se había puesto de moda, La casa de tu vida no dejó de promocionar a la pareja hasta que se llevó el premio. Hubo gente que protestó -un poco, en fin- en los foros de Internet, pero la protesta era superflua: no estábamos ante una elecciones municipales, sino ante un concurso de televisión, y la tele tiene sus propias reglas, una de las cuales prescribe que el número de protestas eleva la eficacia del espectáculo. Después de aquello, los programas dedicados al reciclaje de ex concursantes nos fueron sirviendo noticia más o menos puntual sobre la vida de estos caballeros, ya sabe usted: la ilusión de la casa, el nido de amor, la relación sentimental cimentada por el éxito social todo muy rosa. Hasta que las cañas se volvieron lanzas y la unión del amor por amor se deshizo, como en los peores folletines del XIX. Ahora estos muchachos, Juanma y David, comparten una casa, pero nada más, de manera que viven como enemigos bajo el mismo techo. Esto es malo para ellos, pero muy bueno para la tele, porque así las recicladoras de detritus televisivos pueden seguir haciendo longanizas con los restos de la infeliz pareja. La otra mañana veíamos a ambos en las mañanas de Telecinco, bajo la siempre jovial batuta de Óscar Martínez, contándonos sus querellas y apelando continuamente a los respectivos abogados. Rectifico: no vimos a ambos, sino que a uno lo vimos y al otro lo escuchamos, porque la cadena, quizás a causa de las vacaciones del servicio de limpieza, no quiso manchar de sangre el plató y evitó que los dos litigantes comparecieran al mismo tiempo en carne mortal. A todo esto, mientras los litigantes se arrojaban verbales platos a la cabeza, los contertulios del programa formulaban sus preguntas como inteligentes o así, destacando en tal tarea Belén Esteban, que leía los apuntes trabajosamente redactados sobre una libreta escolar. Bien mirado, la escena tenía un no sé qué de zaguán de vieja juguetería: unos cuantos juguetes rotos exhibidos ante la vista del niño que, ruin, sigue desarmando los restos con saña homicida. El niño somos nosotros, torvos espectadores; ellos, los juguetes rotos. Pobre gente. Así se hizo... es un formato con interés por mostrar las tripas de un rodaje, a sus autores, sus actores, su manera de trabajar. Hoy toca Un franco, 14 pesetas , comedia dramática de coproducción gallega (Adivina), ópera prima de Carlos Iglesias, con un papelón de la actriz Isabel Blanco, y que además está entre las películas más vistas del año en nuestras pantallas. A pocas horas de iniciarse la Liga 2006-07, caprichos del destino (y de la UEFA), obligan a desplazarse a Mónaco al doblete español que dominó el fútbol europeo de la pasada temporada. Barça, ganador de la Champions League, y Sevilla, campeón de la Copa de la UEFA, se verán las caras para traerse el invento de la Supercopa de Europa. Ganará el mejor. Texto Texto Texto Texto TEXTO