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«Nunca imaginé un recibimiento tan cariñoso y multitudinario»

El protagonista de la película «Alatriste», que promete volver muy pronto a León, vivió el viernes una jornada inolvidable plagada de anécdotas y buenos momentos Ovación general a la c

Viggo Mortensen, el viernes, firmando autógrafos en San Marcos

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Con el cansancio asomando aún a sus ojos y con la camiseta que los «alatristeros» del foro le regalaron la víspera, Viggo Mortensen nos recibía, la fresca mañana del sábado bajo los mismos muros que albergaron los pertrechados huesos de Francisco de Quevedo, inseparable compañero del ya mítico capitán Alatriste. San Marcos es un edificio que siempre le ha llamado la atención. El día de su llegada mostraba con gran interés a Yanes el maravilloso artesonado del techo de la sala capitular, y ante la fascinación del realizador madrileño, apostilló: «pues tienes que ver la sillería del coro». Una vez más el actor demostraba su gran conocimiento del arte y la historia de los lugares por los que pasa. «¡Ha sido asombroso!» nos dijo. «Sabía del cariño de los leoneses pero nunca hubiera pensado que se volcaran de esta manera conmigo. Estoy también muy agradecido, tanto al Ayuntamiento de la ciudad, como a la Diputación de León, por las distinciones otorgadas. Quiero decirles que regresaré muy pronto a España y haré un hueco para trasladarme a León y estar con todos». Sobre todas estas noticias que se iban sucediendo a lo largo de la semana, Viggo nos comenta que se iba informando puntualmente a través de numerosas páginas del Diario de León. «Ha sido un gran trabajo. Es el periódico que más páginas me ha dedicado y quiero daros las gracias por ello». Bromeando sobre los inconvenientes de salir tanto en la prensa el actor confesó que aunque a él no le había causado gran problema esa primera entrevista publicada en este periódico, sí lo fue para la productora que tuvo que lidiar con el resto de los medios a los que les había prometido servirles la noticia a su debido tiempo. Inevitablemente nuestra conversación se centró en el gran éxito obtenido el primer día del estreno de Alatriste. «Ya se que mucha gente que haya leído las novelas esperará encontrarse con personajes o situaciones que no aparecen en ellas, pero era inevitable. Agustín se enfrentaba a una larga saga que tenía que condensar en un sólo guión. Por lo demás, creo que es una gran película que tendrá buena acogida. Espero que cuando ahora la llevemos a Toronto ocurra lo mismo. Es un buen cuento y Yanes se lo merece». Viggo Mortesen es un actor que no forja un personaje sin antes conocerlo a fondo. De ahí que haya hecho un gran esfuerzo para que su verbo sea fluido y creíble. «Qué tal suena mi voz, dice, porque yo al principio me sentía extraño». Viggo sabe que España cuenta con una gran tradición de destacados dobladores pero piensa que tiene más valor el poder escuchar su propia voz, algo que consideraba por otro lado un reto. En este sentido destacó la gran labor realizada por Juan Echanove, magnifico narrador, con cuya voz se abre el filme. «Su entonación perfecta tal vez se deba a su procedencia del teatro. En él es muy importante esta cualidad». Sensibilidad oriental La reacción del público y en especial el saber de la presencia de personas llegadas desde distintos puntos del mundo y en concreto desde Japón, le hacen concebir que el filme pueda tener buena acogida incluso en esos países. «La sensibilidad del pueblo Nipón es muy sutil. En algunos aspectos el propio código de los samurai tiene un gran parecido al código de honor que siguen los soldados de Alatriste». Estas últimas palabras coincidían con la presencia en nuestra mesa de tres jóvenes que desde Osaka quisieron obsequiarle con un cuidadísima edición de la novela de Pérez Reverte en Japonés. Viggo se mostró muy interesado por el fino trabajo y en especial por sus grabados, que según sus admiradoras, estaban realizados por un dibujante que antes de hacerlos se había documentado puntualmente sobre la historia de España y su cultura. A propósito de tener en nuestras manos una de las novelas de Pérez Reverte y sobre nuestra pregunta sobre si consideraba en la película dulcificado el lenguaje demasiado soez de la novela con el que se comunican los personajes, el actor así lo creyó. Añadiendo incluso que aún sabiendo que era el lenguaje común de la época entre este tipo de gente al que se refiere Pérez Reverte, Agustín había querido incluir las palabras justas. «Yo mismo, dice, le había sugerido a «Tano» introducir algún vocablo leonés, pero se desechó la idea porque me hizo ver que era más importante que el público comprendiera lo que se decía en un lenguaje más próximo al de hoy. Por otro lado es una película donde prima más lo que no se dice y las miradas que las palabras». Nuevo héroe Algún sector de la crítica cinematográfica ha considerado a Viggo Mortensen como sucesor en la saga de Harrison Ford. Ambos actores han encarnado modelos de héroes que se basan en historias de ficción pero representando una serie de valores que parecen ser extremadamente necesarios y requeridos a juzgar el número de seguidores de las sagas protagonizadas por ellos. Curiosamente ambos coincidieron en una sola, y fue en la película Witness , de Peter Weir, donde un Viggo, muy joven, tenía un breve papel. «Fue la única vez que coincidimos en una película, pero siempre consideré que era un gran actor muy serio y profesional. En cuanto a ser su sucesor¿» (sonríe). «Por otro lado, nos sigue diciendo, no mantengo mucha relación con el resto de actores pues no frecuento ese mundo del que se vale Hollywood». Sin embargo todos sabemos que en el caso de Alatriste como sucedió anteriormente en la trilogía de El señor de los Anillos , su relación con el resto de los actores y equipo fue más allá. «Es una de las cosas que más me gusta de estas películas, que al ser corales todos parecemos formar parte de una gran familia. Tras las duras horas de trabajo en los rodajes todavía nos reuníamos para tomar algunas copas y comentar aspectos de la película y de otras cosas. Fue una relación muy bonita de la que aún hoy me enorgullezco». De Alatriste , además del pañuelo «con los colores de la bandera de León», como señaló Mortensen, (pero también, curiosamente, del San Lorenzo de Almagro) se lleva, según sus propias palabras, muy buenos amigos. «La madrugá» Y al igual que sucede en la película, nuestra conversación concluye con la música del filme de Roque Baños. «Ayer escuché sin imágenes la banda sonora de la película, dice, y he visto que tiene una fuerza tremenda. Estoy muy contento de poder manifestar que está a la altura de cualquiera de las grandes bandas sonoras de Hollywood». En cuanto a la sustitución del tema El héroe caído por la marcha de Abel Moreno, La madrugá en las últimas secuencias con las que se cierra el largometraje, el actor confiesa que fue una decisión del propio Yanes para quien esa partitura, además de serle muy familiar, se adaptaba perfectamente a lo que él creía que debían de expresar esos momentos últimos de la batalla. «Por mi parte la hubiera dejado sonando durante más tiempo antes de que entrara la compuesta por Baños para el filme». Mientras manteníamos esta distendida conversación grupos de admiradores que no querían dejar pasar tan extraordinaria ocasión de que les firmara fotografía, comenzaron a acercarse tímidamente a nuestra mesa. Su presencia que casi pasó desapercibida durante sus primeras visitas a nuestra ciudad, ha ido trasformándose en una repentina popularidad de la que apenas puede ya escabullirse. Popularidad que otorga caprichosamente la musa del séptimo arte, pero que en el caso de Viggo Mortensen, puede estar seguro, viene precedida y sustentada por su calidad humana, su cercanía y su compromiso con la palabra dada. ¡Hasta pronto, viajero del mundo, leonés de corazón! «Le había sugerido a «Tano» introducir algún vocablo leonés, pero se desechó la idea porque era más importante que el público comprendiera lo que se decía en un lenguaje más próximo al de hoy» VIGGO MORTENSEN