Regresan Caruso con CSI Miami y Sinise con CSI Nueva York ¿Lichenqué? El guitarrista brasileiro Toquinho La tragedia de la escuela de Bestán Título cuerpo 35 2 líneas género Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Títulodfh shisdfiudfi sifsdifi

Tele 5 se dispone a laminar literalmente a su competencia en el prime time de los lunes con una triple ración de CSI, aunque en el último tramo se limitan a reponer un episodio de CSI Las Vegas . Esta noche regresa David Caruso al frente de la cuarta temporada de CSI Miami, en cuyo desarrollo sabremos algo más del oculto pasado de su personaje, Horatio Cane, quizá el más popular del universo televisivo actual a nivel mundial. Desde la tumba es el episodio de hoy. Cane se encuentra en una iglesia de Miami en la que se confiesa con un antiguo amigo que ejerce como cardenal, y que es una de las pocas personas al corriente del secreto del policía, cuando escucha disparos en el cementerio cercano. El supuesto difunto abrió la tapa de su ataúd y disparó contra los asistentes. De CSI Nueva York , comienza la segunda temporada con el episodio titulado Verano en la ciudad, en el que Mac y el Dr. Hawkes investigan la causa de la muerte de un experimentado escalador que cae al vacío mientras trepaba por el Empire State Building. Gary Sinise es el jefe del equipo que ahora establece su base de operaciones en un rascacielos dotado de todos los avances inteligentes. Otra de las novedades es la incorporación de un nuevo personaje, la agente Lindsay Moore, una novata con pasado por descubrir. Mientras las secciones de Deportes cantan las glorias del equipo español de baloncesto -excelente campeonato el suyo-, a las páginas de televisión nos queda el tedio de comentar el enésimo tostón de la selección de fútbol, que el sábado noche jugaba uno de esos trascendentales partidos contra el aguerrido combinado de Liechtenstein. Parece que en las horas previas al intenso choque se había suscitado cierta expectación. No por el partido en sí, sino porque nadie sabía qué era exactamente Liechtenstein. Con gran esfuerzo hemos aprendido a localizar Malta y San Marino, que son otros de nuestros eternos rivales futboleros, pero ¿Liechtenstein? La cosa más chusca que he oído sobre el particular es la inquieta pregunta de un ciudadano encuestado en la radio: «¿Pero Liechtenstein no es el doctor ese que fabricó un monstruo?». En efecto, ¿cuántos conciudadanos están en condiciones de situar Liechtenstein en el mapa? Liechtenstein, capital Vaduz, es un encantador anacronismo alpino, perdido entre Suiza y Austria, del tamaño del Condado de Treviño (¡del término municipal!) y con una población equivalente a la de la ciudad de Teruel, pero con la riqueza de una potencia media y la renta per cápita de un club de millonarios. Nadie discutirá su abolengo: es el último vestigio vivo del Sacro Imperio Romano Germánico. Debemos su supervivencia a la pereza de la Historia, que a veces gasta estas adorables bromas, y a la habilidad de sus gobernantes, que se las han arreglado para construir un eficaz y aséptico paraíso fiscal. Como país es una monada y como economía es un chollo. En materia política les da todo igual: después de seguir muchos años a los austriacos, ahora esas cosas se las gestiona Suiza. Por lo que se vio en el partido del sábado, también en materia de fútbol les da todo lo mismo, y sería injusto hacer el menor reproche tratándose de un país donde no debe de ser fácil reunir a once señores dispuestos a correr detrás de un balón. Era notable seguir los comentarios de TVE en los primeros compases del partido: «Es importante ir abriendo espacios», decía Julen Guerrero; «Parece que España va poquito a poco entrando en el juego», rubricaba De la Casa. Cualquiera diría que nos enfrentábamos a Brasil. Luego, la catarata. Y conste que el héroe de Liechtenstein fue el portero, Jehle, un tipo de muy buen nivel que juega en Portugal. A todo esto, terminaba el partido y Julen Guerrero seguía diciendo «lichenchein». Con toda cordialidad: o se pronuncia al trabajoso modo castizo «liechtenstein», como hacía De la Casa, o se dice en el idioma original (alemán), que suena algo así como «liijtenshtain». Si usted se dedica al fútbol no necesita saberlo, pero, si tiene usted dinero, es una información que sabrá apreciar. El gran guitarrista de Sao Paulo, Antonio Pecci, de nombre artístico Toquinho, que colaborara con Chico Buarque y sobre todo con Vinicius de Moraes, el poeta de la bossanova, abre la primera entrega que La 2 dedicará hasta el día 13 al IX Festival de Jazz de San Javier. Como principal compañero artístico y gran amigo de Vinicus, su guitarra no podía faltar a la cita. Dos años después del 11-9-06, la carnicería de la Escuela Nº 1 de Beslán, todavía sobrecoge. Dos años después, no se concretaron responsabilidades con claridad. Un grupo de extremistas tomaron como rehenes a centenares de alumnos, profesores y padres durante tres días. Sobre aquella tragedia, Cuatro emite un intenso documental, que incluye imágenes inéditas. Texto Texto Texto Texto TEXTO