Un adiós a la mejor soprano
La artista sueca falleció el lunes a los 88 años tras una larga carrera escénica llena de éxitos Su última entrevista: «Mi tenor favorito era el chileno don Ram
María Varnay, una de las mejores voces sopranos de la historia
Ibolyka Astrid María Varnay, - pequeña violeta por el color de sus ojos- falleció el lunes en su residencia de Munich a los 88 años. Hija de un tenor y una soprano húngaros, vino al mundo en Estocolmo el 25 de abril de 1918, durante una de las giras que sus padres hacían por aquellas frías latitudes. Durante 17 años consecutivos fue la reina de Bayreuth en sus papeles de Sieglinde, Brünnhilde, Isolde, Kundry, Ortrud, Senta y la tercera Norna, y años después volvería a los escenarios iniciando así una segunda carrera ahora como mezzosoprano en roles tan impactantes como Klytämnestra, en Elektra , Herodias de Salome (su record personal: 213 representaciones), y el Ama en Die Frau Ohne Schatten ( La mujer sin sombra ), todas de Strauss. Su último rol lo hizo como el Ama del zar en Boris Godunov a los 77 años. Hace cinco años escribió sus memorias en colaboración con el escritor Donald Arthur con el título 55 Years in five Acts , un fascinante ejercicio de sinceridad, autocrítica y conocimientos de una época dorada del canto que ya no volverá. Wieland Wagner, nieto de Richard Wagner acuñó una famosa frase que refleja mejor que cualquier palabra el poder escénico que tenía esta singular soprano: «Para qué quiero un árbol en escena cuando tengo una Astrid Varnay». Su retiro de los escenarios data de hace once años, cuando se dedicó a formar nuevas generaciones de cantantes.