Fernández Ochoa: «La historia de León es mucho más que la Catedral»

El congreso internacional acerca de la frontera romana, que reúne estos días en León a expertos de todo el mundo en arqueología, ha acogido esta mañana la ponencia de Carmen Fernández Ochoa. La distinguida arqueóloga, una de las voces con mayor crédito dentro de este ámbito en España, expuso su seminario junto con Ángel Morillo, que estuvo centrado en las novedades arqueológicas sobre las puertas de las murallas tardorromanas del noroeste de la península ibérica. «Se han descubierto novedades en Lugo, en Cacabelos, en Gijón, en León y en Astorga, y especialmente en estas tres últimas localidades se ha trabajado mucho sobre el tema y se pueden aportar muchos datos nuevos en cuanto a la historia de las puertas de entrada de las ciudades» explica Carmen Fernández Ochoa. «Estas puertas son objeto de muchas modificaciones a lo largo de la historia, y debido a tanto cambio es muy dificil establecer un pasado concreto. A través de las excavaciones de la última década es posible explicar los procesos históricos que afectaron a los diversos cambios en los accesos a estas ciudades» continúa. Carmen Fernández Ochoa opina que la mejor manera de colaborar al mantenimiento del yacimiento de los Principia es convirtiendo en zonas visitables aquellas partes que presentan una mejor conservación y una entidad monumental e importancia histórica mayor. Propone como solución, para que la gente pueda disfrutar del patrimonio leonés, que estas zonas se integren dentro de la Ruta Romana, ya que, «León se merece una valoración de sus restos conservados y atendidos». La Ruta Romana se convertirá en una realidad muy positiva para que la gente pueda comprender el campamento romano que existió tiempo atrás en su tierra, pero para que funcione correctamente deberá existir una colaboración «lo más cordialmente posible» y «un diálogo fluido entre urbanistas, arqueólogos y políticos que son las partes interesadas» apuntó la arqueóloga. De esta manera, con una visión lo más objetivamente posible, con una administración eficaz y unos arqueólogos que investiguen de manera coherente los restos para elaborar una valoración adecuada, el público podrá identificarse con sus orígenes y alimentar la curiosidad por su pasado. Los arqueólogos según Fernández Ochoa son «imprescindibles. Su función tiene que ser cualitativa, ya que no todos los licenciados tienen la capacidad de desempeñar el cargo; debe aportar su parcela de conocimiento a la sociedad y que le guste mucho su trabajo». Hoy en día una de las actividades que más se valoran dentro del país es el turismo cultural. Para que este tipo de eventos funcionen se le debe otorgar al público una información, unos datos y una explicación elaborada acerca de lo que se ha investigado. «No se puede pensar en un pasado cultural sin una investigación previa y una valoración de lo que la gente va a ver. Es necesario, además, explicarlo desde un punto de vista didáctico; una comunicación pedagógica para que la ruta pueda presentarse de una manera que la gente la comprenda» afirmó la arqueóloga. Otra de las afirmaciones de Carmen Fernández Ochoa fue que «la arqueología es una inversión, y no un gasto, como opinan muchos políticos».