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El juego de las palabras
La artista leonesa Cristina Ibáñez reúne en la galería Ármaga sus «geografías, ludogramas, tejetextos y bibliotiquines»
Cristina Ibáñez llega a Ármaga con una exposición cargada de sugerencias, de insinuaciones, de pequeños laberintos basados en las letras en los que el espectador debe participar intrincándose por los caminos de una obra plástica plena de poesía. La pintora es artista de muchos recursos y presenta en esta muestra una gran variedad de técnicas. «Se trata de cuatro miniseries en las que se juega con las palabras, con palabras pintadas. La primera es la de las Geografías, que es la más naturalista, tiene como formato la foto, pero se puede considerar como monotipos de obra gráfica. Luego vienen los Ludogramas, que son los que más enlazan con mi obra anterior. La tercera, los Tejetextos, en los que tienen mucho protagonismo las veladuras a base de gasas. Y los Bibliotiquines, que son como pequeñas bibliotecas-botiquín de urgencia». Cristina Ibáñez ha desembocado en este capítulo de su historia pictórica después de pasar por un momento en el que rescató del olvido los símbolos que nos legaron los hombres de la prehistoria. «En realidad continúo con la simbología, en este caso mi obra trata de la grafía de las imágenes y las palabras. Digamos que esto es la unión de diferentes lenguajes¿ o diferentes alfabetos». Desde la pintura al modo clásico, hasta afortunadas incursiones en el collage, sirven a Cristina para trasladarnos su pensamiento. «En el fondo el intento es materializar cada uno de los juegos de palabras, en esa convicción de que la materia de alguna manera tiene que hablar apoyando al concepto que guía la creación, lógicamente cada tipo de soporte, cada técnica, obedece a una propuesta diferente de juego. Por eso empleo materiales tan distintos». Esta es una propuesta de juegos, como un juego reunido de palabras «que ha sido posible gracias a muchos amigos, es como la devolución de algo que me han dado. Tengo el convencimiento de que el juego es la más valiosa de las creaciones de la humanidad, pues lejos de restar trascendencia y seriedad a la ciencia del ser, la baña con una dulce enseñanza que se va haciendo cotidianamente, al tiempo que nos vincula de una manera profunda e intuitiva al mundo natural del que procedemos». La inauguración de la muestra ha tenido un atractivo especial, también basado en las letras, en este caso en las vocales. «Se trata de un juego, pero en este caso en tiempo real, en baile. Lo hemos llamado Bailapalabras. Es una coreografía pensada por mí y desarrollada por Alberto Nodar, con un acompañamiento musical en directo. Tiene como referencia un texto de Baudelaire que ya me acompañó como trasfondo en otra exposición y que es un soneto sobre las vocales. Creo que será, por lo menos, curioso y un tanto sorprendente». Lugar: Galería Ármaga. Alfonso V, 6. Horario: de lunes a viernes, de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00; sábados, de 12.00 a 14.00 .