De aquellos monos...

Tal como fuimos en un principio o, mejor dicho, tal y como era nuestro «tatarabuelo». La exposición De mono a hombre. Cinco hitos en la evolución humana, organizada por La Caixa, permitirá contemplar, en la carpa que se abrirá al público el día 22 frente a San Marcos, cómo han sido los últimos diez millones de años en la historia del hombre. La exposición está estructurada en torno a cinco grandes momentos de la evolución humana: en los árboles, el bipedismo, las herramientas, el fuego y la autoconciencia. La aventura humana, desde la aparición del hombre sobre la Tierra, es efímera si la comparamos con los 4.600 millones de años de existencia de la Tierra, e incluso con los 65 millones de años que han transcurrido desde la aparición de los primates. Las investigaciones científicas han ido esclareciendo el misterio de nuestros orígenes, aunque todavía existen muchas lagunas. De la relativamente sencilla evolución lineal con siete protagonistas, se ha pasado a un árbol genealógico con más de quince especies y muchas ramas sin descendencia -caso del Neanderthal-. El punto de partida de la exposición representa una selva europea de hace 10 millones de años. En ella se puede escuchar a un grupo de Dryopithecus laietanus que aparecen perdidos entre el ramaje de la selva. Se trata de una especie que existió hace unos diez millones de años, que poseía unos brazos más largos que las piernas, una mayor longitud de la mano, y una columna vertebral más corta y rígida, y que se desplazaba colgado de las ramas. Un mono «pero menos». A partir de aquí, los homínidos sufrieron una serie de adaptaciones. Mucho tiempo y algunos «retoques» cambiaron a aquel rudo y poco atractivo antepasado en el hombre actual, que ya no viaja de rama en rama, sino en avión. La muestra, que es como entrar en el túnel del tiempo se remonta a 4 millones de años atrás para enseñar cómo eran los primeros homínidos bípedos. Hace 2,5 millones ya había algunas herramientas de piedra. Poco sofisticadas pero muy útiles. La chispa (el fuego) se «inventó» hace unos 400.000 años. Y los primeros «cementerios» datan de hace 120.000 años. El arte, en cambio, es una ocupación relativamente moderna, de hace sólo unos 35.000 años. La exposición es ante todo divulgativa, apta para todos los públicos y altamente recomendable para entender algo tan complejo como el proceso evolutivo. Resulta muy atractivo el decorado y las reproducciones de individuos de las distintas especies que se han hecho para recrear el mundo y los seres de cada una de las etapas que habitaron en este planeta. Un espléndido resumen del milagro de la evolución. Existe además un teléfono de contacto para que los colegios concierten visitas guiadas (987 344 378). Lugar: carpa ubicada en la plaza de San Marcos. Fecha: del 22 de septiembre al 5 de noviembre. Horario: de martes a viernes, de 12.30 a 14.00 y de 18.00 a 21.00; sábados, domingos y festivos, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00. Cierra los lunes.