Alfonso Ordóñez niega cualquier tipo de irregularidad en las facturas El Ayuntamiento pagó en los 80 una estatua de Ordoño II que espera en casa del escultor

El concejal de Cultura, Alfonso Ordóñez ha contestado las declaraciones de la concejala socialista Evelia Fernández expresando su decepción y su sorpresa: «Me parece muy poco responsable que una persona que pertenece al patronato de la fundación Leer León acuda a los medios nada más llegar de vacaciones, cuando aún no se han presentado las cuentas definitivas». También expresó que los responsables tienen previsto reunirse la semana próxima para aprobar las cuentas y los gastos definitivos de la feria, y de esta manera estudiar las facturas y la subvención de la Diputación, y que no le importa que la concejala acuda al Tribunal. Recordó, además, el compromiso del Alcalde, Mario Amilivia, que asumió correr con los gastos que incrementasen el porcentaje residual en la feria internacional. La concejala socialista Evelia Fernández denunció ayer que el artista Ángel Muñiz Alique conserva desde los años ochenta una escultura del rey Ordoño II en su taller. La obra, con una dimensión de aproximadamente cinco metros de alto, fue encargada en tiempos de Juan Morano Masa y el autor recibió por ella no menos de cinco millones de pesetas (30.000 euros). El contrato preveía que la estatua se fundiría en bronce con el fin de que no sufriera por el azote de la polución y el tiempo, como ocurre en la actualidad como La Vieja Negrilla , de Amancio González. Sin embargo, casi veinte años después, la obra continúa en el taller de Muñiz Alique sin que nadie parezca acordarse del contrato. Evelia Fernández explicó que el artista ha tratado de ponerse en contacto con el actual concejal de Cultura, Alfonso Ordóñez, en numerosas ocasiones sin que éste haya accedido a hablar con él. Muñiz Alique quiere que el Ayuntamiento exponga la obra, porque él ya la ha cobrado. Asimismo, el escultor ha revelado que el traslado de la escultura de Odón Alonso a la explanada del Auditorio se hizo sin su conocimiento y explica que las figuras de los niños están mal colocadas. «Tuve que enterarme por el periódico acerca del día y de la hora del acto para poder acudir», manifiesta Evelia Fernández que le comentó Ángel Muñiz Alique. La colocación de estatuas en León ha sido siempre un tema polémico. En su momento fue un «escándalo» el innegable parecido del arco viajero de Corinne Van Bergen, por el que el Ayuntamiento pagó más de 80.000 euros, con otro ubicado en Canarias del artista Máximo Riol. También resultó inadecuado el lugar elegido para colocar el monumento a las cabezadas, que «estropea» la vista de San Isidoro, o el de las tres infantas leonesa, que luego se trasladó a un jardín próximo a los pies de San Isidoro.