Presentó su última novela en Valladolid y afirmó que «un libro tiene que quemar en las manos»
Luis Mateo Díez critica el «penoso desprecio» a los muertos del 11-M
El escritor leonés confía en los órganos judiciales para llegar a entender lo que ocurrió
El escritor leonés Luis Mateo Díez recorre la distancia entre «el dolor público y el privado» y «el sentimiento secreto y el dolor universal» en su última novela, La piedra en el corazón, que se enmarca en la catástrofe de los atentados del 11 de marzo del 2004 en Madrid. En la obra, el escritor leonés contrapone la historia personal de una familia, en su «particular dolor» con el colectivo del siniestro. «No es sobre el 11-M, sino en el 11-M», matizó para argumentar que, después de «dar vueltas» a la historia de una adolescente enferma de «diagnóstico difícil» en el plano psicológico y la correspondiente impotencia de su familia, decidió unirlo con un «dolor público» como fueron los atentados terroristas de Madrid, «un día como otro cualquiera y crucial en la historia por el estupor terrible que despertó en Madrid un sentimiento de solidaridad y heroísmo anónimo». El libro «tiene especiales cualidades», según su autor. «La historia pedía algo distinto así que lo he hecho arriesgándome porque no soy complaciente y me gusta la escritura como aventura de riesgo». «Cada historia hay que afrontarla de la manera más hermosa, expresiva y llegar al límite de tus fuerzas». Asimismo, tras señalar que con la novela «el entretenimiento está garantizado», sostuvo que un libro «tiene que apasionar y quemar en las manos». «Habla de la fragilidad de lo que somos, el sentimiento de culpa, la sensación de que somos bichos raros que vivimos en una contradicción absoluta», definió. El académico leonés sostuvo que debido a que intentó «nombrar lo innombrable» utilizó un juego expresivo y una «novela muy fragmentaria, que detalla mucho para lograr un punto de intensidad expresiva», debido a la dificultad de «narrar» sentimientos como el dolor. No obstante, recordó que no aplicó demasiada documentación y que el texto tiene un «tono elegiaco». La historia recorre la situación de una joven adolescente enferma, Nima, que vive atrapada entre el trastorno de su propio sufrimiento, tan egoísta como devastador para quienes la quieren y atienden y que busca salir de «su egoísmo» al conocer la tragedia de los atentados terroristas del 11-M. En el trasfondo, la «historia de amor trucada de sus padres» por atender a la joven. Respecto a la fecha del 11 de marzo como hilo conductor de la novela y las polémicas que, a día de hoy, continúan en la sociedad actual, Luis Mateo Díez se mostró muy crítico con lo que consideró «un penoso desprecio a los muertos que se está sustanciando en juegos de poder» entre partidos políticos y medios de comunicación. Así, el escritor leonés expresó que confía en el Gobierno, para sentenciar: «Creo en las instituciones y confío en los órganos judiciales para que lleguemos a entender lo que pasó, más allá de avatares políticos».