«Es un buen momento para pensar en la Casa de las Letras Leonesas»

El director de El Filandón, Alfonso García, coordina el Congreso Internacional de Literatura Actual. -¿Por qué este Congreso de Literatura Leonesa Actual? -En 1982 apareció la Historia de la Literatura Leonesa, de Francisco Martínez García, hoy referente imprescindible para conocer el largo trayecto histórico de nuestra cultura literaria. Desde entonces hasta hoy ha transcurrido un cuarto de siglo. ¿Qué ha pasado en este período de tiempo? Esta es la pregunta a la que trata de responder el Congreso, contextuando este proceso en épocas anteriores y en el panorama de la realidad española, como no podía ser de otra forma. En la propia pregunta está su justificación. Es hora, por tanto, de situar, aclarar, dar a conocer y sistematizar. A estas alturas, por otra parte, es fácil que nadie dude de la importancia de la literatura escrita por leoneses, pero es necesario también un planteamiento global para su aprovechamiento cultural, incluso con la lógica rentabilidad que de ello pueda derivarse. -¿Y qué consecuencias podrán sacarse del mismo? -La más importante será, a mi juicio, la sistematización que conduzca a que nuestros especialistas escriban la historia de la literatura leonesa desde la transición hasta nuestros días, un período de extraordinaria riqueza por cierto que ha convertido a nuestros escritores en un centro colectivo de interés que llama poderosamente la atención en el ámbito hispánico. Esto supondrá un mayor conocimiento y una concienciación de la riqueza patrimonial escrita que poseemos. La colección de libros que seguirá al Congreso, esa biblioteca leonesa de escritores, por su estructura y unificación en una colección de medio centenar de títulos ayudará, sin duda, a este propósito. -¿Y se acabó? -No, claro que no. Queda mucho, muchísimo, casi todo por hacer. Es un buen momento para volver a soñar con esa Cátedra que lleve nuestra literatura de forma permanente a la Universidad. A última hora, sueño y realidad están separados apenas por 20.000 ó 22.000 euros anuales. Y una revista que con periodicidad anual acerque la reflexión a los interesados. Son pequeñas cosas que, unidas, dan un sentido unitario a nuestras letras. Lo ideal sería, y lo pienso con toda humildad, la Casa de las Letras Leonesas, aquel sueño en que yo mismo me embarqué con un proyecto al que todos decían sí, pero que, a la hora de la verdad, lo abandonaron y me dejaron como a aquel náufrago de García Márquez. Vivir para ver, que respirar no es suficiente. -Pero habrá de tener alguna incidencia práctica... -Por supuesto. Detrás de este fenómeno hay posibilidades de un notable potencial económico. Lo que pasa es que con frecuencia los leoneses, que tenemos muchísimas virtudes, desconocemos nuestra propia realidad, nos resulta difícil a veces asumir iniciativas y falta una importante comprensión desde las Administraciones hacia el hecho cultural y, por supuesto, hacia cualquier hecho cultural diferenciador. Tenemos mucho miedo a la innovación. La incidencia práctica llegaría desde la propia producción editorial -¿alguien, por ejemplo, se ha detenido a pensar cuántas personas están vinculadas a este sector entre nosotros?- hasta la integración de todas las actividades en un objetivo común. Por citar sobre la marcha algunas, además de las apuntadas, se pueden abrazar perfectamente literatura, paisaje y gastronomía, a través de la potenciación de Espacios inventados , " Itinerarios Literarios " -he visto a muchas personas permanecer fines de semana en las inmediaciones de El río del olvido, de Llamazares, siguiendo el texto del escritor, por hacer una única referencia-, "Rutas de Escritores", experiencia que, en ciernes aún, está dando notables resultados en otras geografías -con la incorporación de muchos otros elementos, vertebrados gracias y en torno a estas razones literario-biográficas- , "Delicias escritas de la gastronomía", un atractivo turístico para algunas zonas que sugerirían un verdadero juego de 'platos literarios'. Y varios etcéteras más, bien pensados, con reflexión y conocimiento, sin prisas ni improvisaciones. Que no sólo de pan vive el hombre. -¿Y cómo han pensado la estructura del Congreso? -Junto con Nicolás Miñambres y José Enrique Martínez, a los que el periódico ha encomendado esta tarea, venimos trabajando desde hace muchos meses en plasmar lo que creemos más operativo. Y seguir el esquema de los tres grandes géneros parece lo más lógico. En cada uno de ellos dibujarán el actual panorama de la literatura leonesa los que hemos creído los mejores especialistas de la actualidad, estén donde estén. En esa concepción de los géneros hay, sin embargo, una incidencia importante en la realidad tan viva del relato, por ejemplo, o del teatro, que siempre se convierte en el género olvidado. Exceptuando Fermín Cabal, y no de forma generalizada, una de las figuras más notables del teatro español contemporáneo, son muy pocos los que conocen, por citar algún ejemplo, al recientemente fallecido Armando Llamas, un icono de la dramaturgia del siglo XX en Francia, o al joven ponferradino David Martínez Vallejo, reconocido con el 'Calderón de la Barca'. - ¿Permanece viva la llama de la literatura entre los más jóvenes? - Y de qué manera. Me atrevería a decir que, con los lógicos altibajos de calidad y reconocimiento, desde la posguerra la literatura leonesa -subrayo que se trata de la escrita por leoneses- conforma una sólida unión de eslabones. El más joven también está garantizado, porque irrumpe, está presente mejor, con fuerza. En teatro habría que arropar la idea del género y de la difusión de las obras creadas, el relato tiene singulares cultivadores -se pueden citar bien un par de decenas, que evito para evitar olvidos- y la poesía más joven está asentada, por ejemplo, en torno al grupo Leteo, que, en el contexto de su más que notoria actividad, sigue manteniendo viva la tradición de las revistas, un hecho muy importante en esta tierra. Evidentemente la creación es un hecho singular, personalísimo, y no necesariamente es válida la idea de grupo o de creación grupal. - Viendo el programa se advierte que cada día hay un guiño. - Es verdad. El primero está representado por Margarita Torres, que hablará de un tema candente y de cómo novelar la realidad histórica más cercana. El segundo es para los creadores, protagonistas esenciales de cualquier congreso sobre literatura, aunque sean los estudiosos quienes nos acerquen en este caso a su obra. Y el tercero, para los medios de comunicación, tan importantes históricamente en el acercamiento literario y lector, en la persona del escritor y periodista Luis del Val.