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«La industrialización generó sentimientos en mi tierra que han abocado a lo que hoy se vive»

Ramiro Pinilla gana el Nacional de Narrativa por un retrato del País Vasco

El escritor cree que «si Zapatero encauza bien el proceso habrá paz; ETA lo está deseando»

Imagen de archivo del escritor vasco Ramiro Pinilla

Publicado por
Tomás García Yebra - madrid
León

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El escritor vasco Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923) ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa por su obra Las cenizas del hierro, tercer volumen de su trilogía Verdes valles, colinas rojas, una amplio fresco de más de 2.000 páginas (entre los tres tomos) sobre el proceso de industrialización del País Vasco y sus consecuencias. Dotado con 15.000 euros, el premio lo otorga el Ministerio de Cultura a la mejor obra en cualquiera de las lenguas del Estado publicada el año anterior al fallo. «La industrialización generó una serie de sentimientos encontrados que han abocado a lo que hoy se vive y se respira en el País Vasco», manifestó el autor galardonado. «Estos libros encajaron bien dentro de la sociedad vasca porque no son ensayos ni panfletos; quienes hablan son los personajes». Publicados por Tusquets y Círculo de Lectores se llevan vendidos cerca de 64.000 ejemplares entre los tres volúmenes. «Lo que desea el mundo abertzale es que se les deje una puerta abierta, una salida digna a las bases; si el presidente encauza bien el proceso, habrá paz. ETA lo está deseando. ETA ha visto la cara al terrorismo islámico y se ha asustado». A su juicio sería un error intentar acorralar a la banda terrorista. «Aunque parezca que exigen mucho, la paz no pasará por una desmembración territorial; ellos saben que esto no es posible, saben que el Gobierno no claudicará, lo saben y no van a forzar un imposible». Pinilla está convencido de que si el PP gobernara también lo intentaría. «Aquí hay un temor que todo el mundo sabe y nadie dice: quien consiga la paz definitiva será colmado de estatuas y bendecido por los siglos de los siglos, y eso es muy difícil de digerir para quien en ese momento esté en la oposición». Pinilla, que se declara «no nacionalista», ganó el Premio Nadal en 1960 por La ciegas hormigas, novela que también fue recompensada con el Premio de la Crítica. En 1971 fue finalista del Premio Planeta con Seno. Después de varias obras publicadas en los setenta y ochenta dejó temporalmente de escribir. «Los editores no me trataban bien; decidían cuestiones sobre mis libros a mis espaldas y eso no me gustaba». A comienzos del siglo XXI comenzó la gran empresa de reconstruir la memoria de su tierra centrándose en un lugar concreto: Getxo. «Sí, yo también soy de los que creo que para ser universal hay partir de lo particular; las costumbres del País Vasco no difieran de las de los alrededores».