«Los escritores leoneses no se dejan perturbar por pasiones cerradas»

La poesía de Antonio Colinas centra una de las conferencias del Congreso Internacional de Literatuta Leonesa Actual. El catedrático José Luis Puerto hablará acerca del poeta bañezano y de las últimas tendencias de este estilo literario. El protagonista de la charla, que acaba de publicar su última obra, Leyendo en las piedras , habla en esta entrevista acerca del espíritu de la poesía, de sus influencias y de la literatura leonesa. -En su última obra, «Leyendo en las piedras», realiza un recorrido de lo mítico a lo real. ¿Cómo se consigue? -Siempre digo que una de las claves de la literatura es esa inmersión en la memoria de la infancia, en la que siempre juega un papel importante lo mítico, lo legendario, los relatos orales que escuchaste de niño. -¿Qué es Petavonium? -Petavonium es un lugar real y mítico. Son unas ruinas romanas y prerromanas. Justo al lado está la vía romana que iba de Astorga a Portugal y cerca de allí hay un pueblo donde pasaba mi infancia. -¿La poesía siempre es la búsqueda del tiempo perdido? - El sedimento de la memoria es importante. Siempre hay una búsqueda constante a los arquetipos, pero también es fundamental no olvidar el presente. Nada de la realidad le puede ser ajeno al poeta, que siempre debe buscar sentidos nuevos a las palabras. -Hace poco dijo en León que la poesía está perdiendo la musicalidad en aras de la intelectualidad. Sin embargo, usted siempre ha confesado su influencia de Jung y María Zambrano. ¿Dónde está el equilibrio? -Una característica esencial de la poesía es el ritmo. Se le puede quitar la métrica y la rima, pero no el ritmo, porque es la música del verso. Sin embargo, cierto tipo de poesía ha renunciado a ella y es más narrativa. Parece prosa cortada. El poema ideal es aquel en el que el poeta siente y reflexiona al cincuenta por ciento. -¿Ya no hay que ser maldito para ser poeta? -El malditismo podría ser una vertiente de la creación artística en general. Hay autores que necesitan partir del exceso, pero la autodestrucción no es necesaria para crear. La literatura y el arte en general han perdido ese halo un poco tópico. Veo al artista como una persona consciente en la órbita del equilibrio. -¿Qué fue a buscar y qé encontró un heredero de los clásicos a China? -Me ha interesado mucho el pensamiento primitivo oriental. A China fui a buscar una realidad complementaria a la nuestra. El oriental es un pensamiento de sentido muy universal, muy abierto. Debemos ser complementarios. -¿Existe la literatura leonesa? -Desde luego. La literatura leonesa es una realidad. En estos momentos hay una veintena de escritores muy notables, y se trata de un hecho que comprobamos allá donde vamos. Sin embargo, es cierto que existe gente que se pregunta por qué, por qué una provincia olvidada genera tanto talento. -¿Hay algún punto común entre todos los escritores leoneses? -Si, creo que la clave que nos une es esa memoria del origen de la que hablaba antes. Hay una inmersión en las raíces, pero universalizándolas. Nuestro apego a la tierra no tiene carácter cerrado ni costumbrista, sino abierto y universal. Por eso nos entienden tan bien todos los lectores, por eso trascendemos y no nos ceñimos a León. No nos dejamos perturbar por las pasiones cerradas.