Los Reyes y Zapatero abrieron la nueva sede central del Cervantes
El español, la lengua común de quinientos millones de personas, «es una valor en alza» que «nos une y favorece la diversidad». Así lo aseguró ayer el rey Juan Carlos ante el presidente del Gobierno, los patronos del Instituto Cervantes, el director de la institución y los embajadores hispanoamericanos. Fue en la solemne inauguración de la nueva sede central del Cervantes en Madrid, un edificio histórico que los reyes inauguraron junto a Zapatero, que se refirió a él como «el símbolo de un sueño». Un sueño hecho realidad quince años después de la fundación de este organismo encargado de velar por el aprendizaje, difusión y futuro de un idioma que nos enriquece y «mezcla muchos aromas». Don Juan Carlos inauguraba este edifico de casi 20.000 metros cuadrados, llamado popularmente «de las Cariátides», junto a la plaza de Cibeles, celebrando así los quince años de una institución que «dinamiza nuestro panorama cultural y lingüístico en el mundo» y que se ha convertido «en un actor influyente del tejido cultural internacional». Una lengua común que es «herramienta de amplio uso en el acceso a as nuevas tecnologías de la comunicación», que «ha facilitado el florecimiento de un industria cultural en español» y que en todos sus medios expresivos «contribuye a su pujanza como segunda lengua extranjera más hablada en el mundo tras el inglés», aseguró el monarca. Su director, César Antonio Molina, se felicitó por la nueva sede que será «una factoría de ideas» al servicio de quinientos millones de hispanohablantes.