Castaño sólo pudo mostrar voluntad y entrega en Las Ventas

No tuvo suerte ayer el torero leonés Javier Castaño en su actuación en la plaza de toros de Las Ventas, y pese a su empeño se estrelló con un lote inservible de la ganadería anunciada, del Conde de la Maza. Castaño tuvo dos enemigos complicados, y apenas pudo hacer más que matar a sus toros con dignidad. Ante el sexto, un mansurrón que no dio opciones, optó el diestro leonés por arrimarse, descararse con el toro de rodillas y poner toda la decisión y las ganas posibles, pero poco más pudo conseguir como premio que el respetuoso silencio del público. Compartió con sus compañeros de cartel seis silencios a la muerte de los seis toros que hablan bien a las claras del juego que dieron ayer los toros en el coso venteño. Castaño confiaba ayer en revalidar el triunfo conseguido el mes de julio, cuando consiguió cortar una oreja ante el exigente público madrileño. Eso sí, dejó una vez más una buena impresión. El matador de toros vallisoletano Manolo Sánchez realizó lo más destacado del festejo. Toreó muy bien con el capote al cuarto toro de la tarde un sobrero del hierro de Juan Albarrán, muy serio, al que el diestro enjaertó una faena de corte clásico y de excelente trazo por el pitón derecho. Quedó patente el esfuerzo del matador por lucirse pero el fuerte viento reinante deslució su actuación. Al final escuchó palmas tras el trasteo. Por su parte Paco Perlaza se enfrentó a un ejemplar que tenía movilidad toreando bien con el capote y con la muleta dejando muletazos de bella factura. El fallo con la espada emborronó su actuación. En el quinto estuvo voluntarioso y obtuvo algún muletazo suelto por el pitón izquierdo. Cogida de Cendejas La nota negativa de la tarde la puso la cogida que sufrió el banderillero Ricardo Cendejas, de la cuadrilla del torero colombiano Paco Perlaza, que pasó a la enfermería donde se le apreció una herida de 10 centímetros de extensión en la cadera derecha y un puntazo corrido en la cara externa del muslo derecho. El equipo médico diagnosticó un prónostico reservado. La plaza de Las Ventas registró más de un cuarto de entrada en el festejo programado para el Día de la Hispanidad. Los toros de El Conde de la Maza estuvieron bien presentados, fueron serios y astifinos pero deslucidos y descastados para las faenas de muleta. En cuarto lugar se jugó un astado de Juan Albarrán, que tocó en suerte a Manolo Sánchez, y resultó al final el más manejable del encierro. Fueron aplaudidos por su actuación el picador colombiano Anderson Murillo, y el segundo de la cuadrilla del torero leonés, Miguel Ventosa Venturita .