Sobre los tejados de Estambul
Estaba desde hace años en las quinielas del Nobel, pero se negaba a hablar de la posibilidad de obtenerlo. Cuando hace unas semanas Orhan Pamuk recibía a un grupo de periodistas españoles en Estambul se mostró reacio a hablar de galardones y de política. Desde un ático que permitía divisar el océano de tejados de Estambul, Pamuk quería hablar de su adorada ciudad natal, de sus recuerdos, y de como se convirtió en escritor. En definitiva, de su último Libro Estambul , editado en España por Mondadori. «No me da miedo la política y hablo de ella, pero este libro no aborda estas cuestiones», precisó. «Tengo la sensación de que la política estropea mis libros» apuntaba risueño y dando muestras de la extrañeza de su fuerte carácter. «Si vives aquí sabes que Oriente y Occidente no están tan alejados. Que la relación pierde toda su importancia, que este país lleva doscientos años evolucionando, occidentalizándose, y que la evolución llega de fuera». Pamuk admite que su memoria es visual y que Estambul puede verse como una sucesión de estampas.