Un mano a mano entre el doctor Gregory House y el comisario Castilla La teta Entrevista al humorista Pedro Reyes Homenaje al director Pedro Olea Título cuerpo 35 2 líneas género Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Títulodfh shisdfiudfi sif

De hablar en términos pugilísticos, afirmaríamos que el pasado martes House (Cuatro) ganó a los puntos a El comisario (Telecinco), por apenas 8.000 espectadores, suficientes para un liderazgo histórico, superando ambos los 3.700.000, que son muchos. Esta noche es la revancha, que de decantarse de nuevo por el áspero galeno, Telecinco comenzará a dar vueltas a la posibilidad de desplazar su producto a otro día. En un rincón el doctor Gregory House y en el otro, el comisario Castilla. House entra con doble oferta. En Sin pistas , hay un paciente que va de diagnóstico en diagnóstico, a cada cual más disparatado, tras un ataque que casi termina con su vida al no dejarle respirar. En Paternidad , el doctor deberá atender a una joven estudiante de dieciséis años que ha comenzado a ver doble, y a una madre que no cree en las vacunas. En cuanto a El comisario , dan un capítulo de estreno y dos reposiciones. El novedoso es El diablo en el cuerpo , con Pope padeciento la presión psicológica del serial killer Jaime Mora, que además le propina un palizón. En consecuencia, Pope sufre trastornos paranoicos que le llevan a pensar que todo el mundo, incluidos Charlie, Elo y Gerardo, está en su contra. El comisario Castilla duda seriamente de su capacidad para seguir al frente del caso. Este fin de semana pasó algo curioso en la tele, una de esas cosas que ve poca gente pero que, después, a fuerza de conversación, terminan siendo de dominio público. Fue en Sábado dolce vita , en Telecinco, y consistió en la exhibición de una pobre señora que se había hinchado los pechos hasta alcanzar el volumen de dos boyas portuarias. No exagero: así eran y a las pruebas me remito. Curiosamente, el programa no nos mostraba eso como caso médico, sino como atractivo erótico: «¡Va a haber estriptis!», aullaba Santiago Acosta con la emoción de un adolescente urgido por las hormonas. Confieso que no me quedé a comprobarlo: una vez asistí a la fractura de una presa y, desde entonces, sé lo que pasa cuando uno rompe los cauces dispuestos por la naturaleza. Pero el episodio da bastante que pensar. Usted ya sabe que el universo se gobierna por cuatro fuerzas fundamentales: la gravedad, la electromagnética, la nuclear fuerte y la nuclear débil. Para andar por casa, digamos que la fuerza de gravedad es la que hace que las manzanas caigan sobre los científicos ingleses; la electromagnética, la que mueve las brújulas; la nuclear fuerte, la que hace que los objetos se mantengan íntegros en vez de fragmentarse, y la nuclear débil, la que impide que todas las cosas del mundo se apelotonen. Y ahora, veamos: ¿Qué extraño tipo de fuerza es capaz de mantener en su sitio los desmedidos melones de esta mujer? Si de la fuerza de la gravedad dependiera, esa señora no podría levantar el tórax del suelo; salvo que sus globos estuvieran rellenos de algún gas ligero, en cuyo caso, al revés, la dama ascendería hasta perderse en los cielos y orbitar en torno a la Tierra, para estupor del Meteosat. Es obvio que aquí la fuerza electromagnética pinta bien poco, y más le vale a la desdichada, porque esa fuerza es de un alcance infinito, así que no sé dónde podríamos acabar. Las interacciones nucleares fuerte y débil quizá tengan algo qué decir: que semejante masa de materia se mantenga en su sitio sin colisionar ni, al contrario, salir disparada, sólo puede explicarse mediante el recurso a la física subatómica. Hay científicos que buscan una quinta fuerza que dé razón de todas las anteriores y las subsuma en una sola; la teoría de las supercuerdas es la más conocida. En la tele también hay una fuerza que mueve a todas las demás: la superestupidez. Es una fuerza capaz de inducir a personas inteligentes a coger a una pobre mujer, hincharle los pechos cual foie de pato y exhibirla como a un animal de circo so coartada de atracción sexual; de un sexo convertido a su vez en algo ya no placentero, excitante, menos aún bello, sino grotesco, deformado. Este personal es el mismo que luego se deshace en discursos vindicativos sobre la libertad de la mujer. Hipócritas. Los cómicos Raúl Cimas y Joaquín Reyes, son los presentadores de A pelo , formato en el que los monólogos, más o menos improvisados, son la clave. Para la entrevista de hoy reciben a su colega Pedro Reyes (en la foto). Se completa el espacio con la sección A mi me funciona a cargo de Ernesto Sevilla. La Sexta opta por el humor, que es más bien escaso en el prime time del martes. Cayetana Guillén insiste en su magnífico servicio a la difusión del cine español. Esta noche hará un repaso a la trayectoria de Pedro Olea, director de una de las mejores películas filmadas en Galicia por la industria española, El bosque del lobo , cuyo guión, basado en el libro de Carlos Martínez Barbeito, tuvo problemas con la censura de entonces. Rodaje en Celanova, Verín, Tui y Astorga. Texto Texto Texto Texto TEXTO vvvvv