Los padres de los Puericantores quieren que el obispo riña al deán de la Catedral

Tras el agrio incidente en la misa dominical de las doce en la Catedral, en la que el oficiante y deán Felipe Fernández Ramos amonestó públicamente a los niños integrantes del coro adscrito a este templo por lo mal que cantaban, los padres de la Escolanía de Puericantores Catedral de León han pedido audiencia al obispo para exponerle el caso y que tome medidas al respecto. El deán reiteró ayer que «si por alguna circunstancia se llega a un acuerdo, la Escolanía no va a volver más a cantar en la Catedral sin que antes los alumnos pasen por una prueba de aptitud para ver si dan la talla. Llevamos mucho tiempo esperando una mejora en el canto y lo del domingo ha colmado el vaso», añadió. En cuanto a lo de pedir disculpas públicamente Fernández Ramos ha sido contundente: «Después de cinco años de espera para ver si mejoraban no cabe pedir disculpas y no lo voy a hacer». Respecto a la acusación de que desde siempre el deán había mostrado antipatía por el coro, de nuevo el deán sostiene que no fue así. «He sido el único capitular que ha pasado por el coro para animarles en más de una ocasión». Añadió que la presidenta de la Escolanía, María Dolores Otero, «miente cuando dice que nunca he podido ver a los niños». El director del coro, Romualdo Barrera, dijo ayer a este periódico que el deán no puede valorar «si cantamos bien o mal cuando no distingue a un tenor de una voz blanca». A esta afirmación el deán ha respondido diciendo que «tal vez mejor que ellos. En el seminario he estudiado doce años de música, cosa que ese señor no ha tenido; además de esos años de instrucción, llevo varios escuchando músicos y me he dado cuenta de que una cosa es la música y otra la que cantaron ellos», aseguró. La presidenta de la escolanía volvió ayer a recalcar que «según está la iglesia ahora, atacada por mil frentes, que encima vengan con éstas me parece bochornoso y de poco tacto. Pienso que debería haberse amonestado privadamente tras concluir la misa». Pruebas de voz Llegados a este punto el deán se explaya a gusto: «Después de haberles dicho varias veces en privado que esas no eran formas de cantar, ellos no han mejorado nada; y después de dos o tres advertencias a lo largo de estos cinco años, para qué vamos a seguir. Insisto en que tienen que demostrar que cantan bien antes de hacerlo aquí de nuevo si llegara el caso. Además dado que María Dolores Otero ha dicho que abandonan la Catedral por su propia voluntad, seguramente habrá algún otro foro donde ella pueda demostrar que los niños cantan bien y que yo estaba equivocado», concluyó. Para María Dolores Otero, el deán se ha salido con la suya, «y ha conseguido que no cantemos en la Catedral, porque los niños no pueden ser humillados de la forma que él lo hizo. Pues muy bien, que le aproveche. Que sigan incumpliendo los estatutos; y si son tan guapos, que creen una escolanía mejor.  Nosotros seguiremos con nuestra labor».