En los territorios del alma

Los cuadros de Juan Martínez rebosan pesimismo, en ellos están siempre presentes la tragedia, la muerte, la mirada asustada del hombre ante la vida. Es la suya una pintura existencialista en la que el artista se expresa en un ascético expresionismo. Los lienzos y papeles de Juan Martínez se edifican a partir de un montón de calaveras que transitan por ellos como seres vivos, como elementos que luchan con la mirada del pintor, que la persiguen y ensombrecen. Y a pesar de toda esa tristeza, de la desesperación que emana de su obra, Martínez emplea el color de forma sorprendente, aunque ni los rojos, ni los amarillos consiguen poner una nota de esperanza en su mensaje, pero indudablemente ayudan a conseguir unas obras pictóricas de gran calado plástico. Peculiares escaleras que no llevan a ninguna parte, cruces, y el rostro atormentado del mismo artista, se repiten una y otra vez en un trabajo macizo, lleno de fuerza. Ser trata de una larguísima serie de obras que invitan al espectador a leerlas como si de un libro de profunda filosofía se tratara, y que inexorablemente le trasladan a un mundo inquietante en el que la respuesta a todas las preguntas es: la nada. Expone el pintor jienense en dos salas, la Provincia de la Diputación, donde pueden admirarse sus obras de gran formato, y en el Palacio de Don Gutierre, donde se muestran sus papeles, en los que personalmente pensamos que el pintor se expresa con más libertad, sin el condicionamiento del tamaño. Son estos cuadros de Don Gutierre más directos, más concentrados en la fuerza de la línea y en la traducción gráfica del pensamiento del artista. Desde la fría mirada del pintor, repetida una y otra vez en las obras de Juan Martínez, brota un torrente inagotable de preguntas sin respuesta. Sus ojos dejan traslucir todo el mundo interior de un hombre que, además de manejar con soltura los pinceles, es capaz de transmitir sus profundas inquietudes que, en definitiva, son las mismas que todos nos hemos planteado alguna vez¿ o muchas veces. Antonio Gamoneda escribió un largo poema basado en los títulos de los cuadros de Juan Martínez, dedicado a los cuadros contenidos en esta exposición titulada Territorios. Dice el poeta: Cuando del corazón habitado por hormigas surge un grito de espanto y las cortinas del silencio envuelven ciertos rostros amados, fíjate que lástima, ya esta: el pastor de sombras yace asesinado por manos invisibles, Mona Lisa se oculta para siempre y ya nadie sonríe sobre la tierra . Emplea el poeta en sus versos los títulos de los cuadros del pintor, que escribe en cursiva: Corazón mírame; mira a pesar de todo a la muerte en su luz. Van a caer noticias, van a abrirse las grietas más profundas y rojas, van a venir muy pronto los reptiles del llanto. Qué difícil oficio tachar rostros vivientes, cegar tantas miradas que no vas a olvidar, descender al acero, abolir los pronombres y encontrar otra vez al animal que llora . Y termina Antonio Gamoneda su largo poema con estos cuatro versos: Sube conmigo, Juan, sube siempre, Martínez: la luz es el comienzo de la causa invisible. Tus manos y tus ojos arden en la materia y a pesar de sí misma la materia es sagrada . Horario: De lunes a viernes: 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00; festivos: de 12.00 a 14.00. Plaza Don Gutierre.