«Escribo como hablo, la gente me dice: '¡Parece que te estoy oyendo!'»

Si se le pregunta a Pereira sobre la cuestión, muy debatida en el reciente Congreso de Literatura Leonesa Actual organizado por el Diario, de si existe o no algo que se pueda llamar «literatura leonesa» como tal, si hay puntos comunes entre los diversos grandes autores de lo que ya se empieza a conocer como Edad de Oro de las letras cisastures, responde que, en primer lugar, la provincia «es muy heterogénea en sus comarcas». «En mí, por ejemplo, el sello geográfico inspirador es el Bierzo -dice- pero para Jesús Torbado puede ser esa Tierra de Campos que tan literaria y acertadamente llamó Tierra mal bautizada y para otros es la montaña de Laciana, para otros el Páramo, etc.». ¿Qué es lo que une, entonces? Para Pereira, lo es «el conocimiento mutuo, la amistad que hemos tenido, y nuestra relación o coincidencia con respecto a las enseñanzas de algún maestro común, y estoy pensando en don Antonio González de Lama». Pero también lo es, y mucho, «una cosa frecuente entre nosotros y en mí muy marcada, la tendencia a la oralidad», algo que además va muy unido al espíritu del propio cuento. «Cada vez escribo más como hablo. 'Parece que te estoy oyendo', me dicen algunos lectores». Y con respecto a sus perspectivas sobre la acogida que le dispensarán los lectores, Pereira, auténtico, dice que más que a los lectores quiere que el libro «les guste a las lectoras», y recuerda que en realidad comenzó haciendo versos «en la ilusión de conquistar a las mozas, sobre todo a las forasteras». «Como nunca fui un galán apuesto, debía afinar mis otras armas, esto es, la dialéctica poética».