Las piezas se exhibirán en Pallarés como en una catacumba y con un montaje de luz y sonido
Con la exposición de las piezas prácticamente terminada, todo parece indicar que el museo tendrá áreas temáticas, principalmente dedicadas al lapidario y al monetario. La voluntad del director es que el visitante discurra por una suerte de galería en la que la epigrafía se analice desde un punto de vista antropológico. Uno de los objetivos de este proyecto es conferir a la exposición de las lápidas el carácter de objeto elaborado para la pervivencia en la memoria que trataron de transmitir todos los pueblos históricos que han empleado este tipo de soportes. De esta manera, el futuro lapidario combinará el carácter monumental y funerario de las estelas dotando a la nueva galería de un aspecto de catacumba, con una escenografía que atraiga la atención de los visitantes y en la que ofrecerá además un montaje de luz y sonido, según manifiesta Luis Grau. El Museo de León abrirá definitivamente su sede en Pallarés en el mes de marzo, según explicó la ministra Carmen Calvo en su última visita a la ciudad. No obstante, puede decirse que las tareas de restauración de las piezas y el montaje de las salas expositivas está casi terminado. Además de con las estancias monográficas, el museo contará con una sala para exposiciones temporales. El Ministerio de Cultura ha invertido casi diez millones de euros y ha adquirido una tabla de Nicolás Francés.