La policía vigilará el Conde Luna para evitar la entrada de okupas

La Policía Local establecerá un dispositivo de seguridad en el palacio del Conde Luna durante las noches de los fines de semana con el objetivo de evitar que los vándalos penetren en su interior. Las tres patrullas que vigilan el Barrio Húmedo los viernes y sábados harán turnos en este lugar para impedir el acceso al palacio de los desaprensivos, que ponen en peligro no sólo la integridad del edificio, sino la suya propia. Y es que las estructuras del edificio no son tan robustas como se desearía, no sólo por su antigüedad y los años de dejadez y olvido sino también por las últimas lluvias caídas en la ciudad, que han deteriorado más si cabe el armazón del edificio. Con esta medida trata de ponerse fin a una situación que podría degenerar en las circunstancias que se dieron en Don Gutierre y que provocaron finalmente el derrumbe del palacio. Este martes el presidente de Promonumenta, Agustín Suárez, y la historiadora Margarita Torres alertaban del peligro de que los okupas destrocen elementos del artesonado únicos, tanto por su valor patrimonial como histórico, y de la posibilidad de que los jóvenes prendieran fuegos en el interior del palacio. La restauración del Conde Luna debería haber comenzado hace más de un año. Sin embargo, los hallazgos de la excavación llevaron a la Comisión de Patrimonio a exigir un modificado del proyecto inicial que disparó el importe de la rehabilitación de dos millones de euros a alrededor de cuatro y medio. Esta situación forzó a firmar un nuevo contrato con la UTE adjudicataria que, según las últimas informaciones, podría firmarse la próxima semana. Conexión con la Rúa Por otro lado, el alcalde, Mario Amilivia, manifestó ayer su intención de que la rehabilitación del palacio incluya en una segunda fase la rehabilitación de las casas adyacentes (propiedad de la Fundación Carballo), que albergan, entre otras cosas, uno de los claustros renacentistas más valiosos de la provincia. No obstante, el edil destacó que para llevar a buen puerto esta intervención habría que contar no sólo con la anuencia de la propia fundación, sino con la ayuda económica del resto de administraciones. La voluntad de Mario Amilivia es, por lo tanto, conseguir una rehabilitación integral de toda la plaza, llegando incluso a comunicar el entorno del Conde Luna con la Rúa.