El trozo del pináculo que se desplomó a la calle se encuentra en una zona restaurada en el 2000
Cae del tejado de San Isidoro una piedra de diez kilos en hora punta
La policía acordona la zona hasta que los arquitectos evalúen si hay peligro de más desprendimientos
Alrededor de la una de la tarde de ayer una piedra de diez kilos de peso se precipitaba desde el tejado de San Isidoro a la estrecha calle Sacramento, una vía muy transitada a esa hora, cuando faltaban unos minutos para la salida de los alumnos del Colegio Leonés y del Instituto Legio VII. Inmediatamente, la Policía Local acordonó la zona, ante el temor de nuevos desprendimientos. Los bomberos, utilizando una escalera mecánica, retiraron otros cascotes que amenazaban igualmente con desplomarse. El abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez Llamazares, explicó que el bloque de piedra caído es parte del remate de un pináculo situado a unos quince metros de altura, en la zona que fue restaurada hace seis años con motivo de la exposición Tesoro Sagrado . El abad, que ha guardado el bloque pétreo en la colegiata, espera que los arquitectos conservadores de la basílica -Ramón Cañas y Carlos Sexmilo- inspeccionen la cubierta de la capilla mayor en las próximas horas y dictaminen si hay otras zonas afectadas, el estado de conservación de paramentos, piedras y pináculos, las causas que provocaron el desplome, así como la posibilidad de que se desmoronen otras partes de la crestería de San Isidoro. Ramón Cañas aseguró a este periódico que hoy examinará el lugar donde se produjo el desprendimiento para determinar si es preciso realizar «un cosido» o si hay piezas con fracturas internas. De todos modos, Cañas explicó que el pináculo deteriorado podría llevar sin restaurar desde los sesenta, ya que en la citada rehabilitación del 2000 sólo se repararon los peor conservados. «Si pasa alguien en ese momento, lo cepilla», aseguró ayer un hombre que pasó por la calle Sacramento segundos después del accidente. Algunos vecinos, aún asustados «por lo que pudo haber pasado», recordaban que hace unos veinte años se desprendió otro bloque de piedra que hirió a una estudiante. Entre las posibles causas, los técnicos no descartan las fuertes lluvias caídas en días pasados o la existencia de filtraciones en la piedra que hayan acabado por fracturarla.
