León cuenta con cerca de 50 colecciones particulares y museos etnográficos

Los museos y las colecciones etnográfica en León , bajo este epígrafe abordará el arqueólogo y técnico del Instituto Leonés de Cultura de la Diputación de León, Jesús Celis, «el interés creciente por conservar el legado principalmente material, de los pueblos leoneses», dentro de las segundas jornadas de Patrimonio Leonés que organiza el Club de Prensa de Diario de León. Las colecciones o los pequeños museos de carácter etnográfico comenzaron a gestarse en León «tímidamente» a partir de la década de los 60 y en la actualidad su número ya se acerca al medio centenar; muchos de ellos están abiertos al público desde sus orígenes, aunque otros, todavía, se encuentran en periodo de montaje. Jesús Celis expondrá en su intervención de hoy, partir de las 20.00 horas, el proceso evolutivo de la creación de este tipo de museos tanto en España como en Europa y el caso concreto de León, que se singulariza y se desarrolla en los últimos años. La problemática de estas colecciones, el modo que tienen para mejorar y la posibilidad de constituirse en una red de instituciones culturales que valoren y potencien el patrimonio también serán objeto de la ponencia del arqueólogo leonés. Para evitar que se pierdan «El número de museos y colecciones etnográficos que existe en León sobrepasa ya los 40, aunque algunos están todavía en fase de estudio o avanzado estado de creación», destaca Jesús de Celis, que aunque apunta que no existen estadísticas éste es el resultado del estudio realizado por el propio Instituto Leonés de Cultura. A través de este análisis, se han catalogado 150.000 piezas repartidas entre el medio centenar de colecciones y museos. «Así se custodia un número importante de objetos, que de no ser por el apoyo decidido de particulares e instituciones locales habría desaparecido irremediablemente o se habrían diluido en el mercado de antigüedades, en otros museos de Europa o en colecciones foráneas», señala el arqueólogo. Para Jesús Celis el interés de los particulares o de las instituciones locales está estrechamente ligado a la tendencia de la sociedad «por recuperar una materialidad que reconstruya o restaure la identidad, el recuerdo y en muchas ocasiones la nostalgia». Parte de esta tendencia está motivada, según el arqueólogo del Instituto Leonés de Cultura, por los valores del pasado que se interpretan como sólidos y que en parte «han sido anulados por la sociedad contemporánea industrial que ha propiciado la globalización». En contraposición, están surgiendo también algunos sectores que abogan por valorar, proteger y conservar muchos aspectos de la cultura tradicional. Así, el primer paso será su conservación como reliquia en el seno familiar, para después dar el salto a la creación de un museo. «Los conjuntos de lo propio» El arqueólogo también explica que los municipios, las juntas vecinales, los grupos de acción local y asociaciones y particulares son los más interesados en preservar «los conjuntos de lo propio». Así, un telar, un rodao, un mortero, un collar o la cultura inmaterial como las canciones populares, los platos tradicionales o las festividades son los que «confieren peculiaridades distintivas, valoradas socialmente para mirar al vecino con dignidad y orgullo en términos de igualdad y con la humildad suficiente para aprender de las enseñanzas positivas». Museos como el del Alto Bierzo en Bembibre, el de la Arriería de Santiago Millas, el Alfar Museo de Jiménez de Jamuz, el del Batán del Val de San Lorenzo, el Museo del Chocolate de Astorga o los museos de Riaño o Páramo del Sil son algunos de los ejemplos que se reparten por toda la provincia de León y que en sus salas albergan parte del patrimonio etnográfico de los leoneses de cada comarca. Además, Jesús Celis también señala que los centros de interpretación del medio ambiente cada vez más incluyen secciones de etnografía. El técnico del Instituto Leonés de Cultura remata: «Un patrimonio que por abundante, singular y amenazado debe motivar la canalización del esfuerzo de todos para su preservación como legado para las sociedades venideras». Las raíces y los orígenes de cada sociedad están marcados por su pasado. Recuperarlos o conservarlos, si aún no se han perdido, permite a las sociedades actuales diferenciarse y ser singulares. Tener identidad.