Diario de León

Los restos de los dos cuerpos se hallan tan separados que podrían ser de épocas distintas

La prueba del carbono 14 pondrá edad a los esqueletos de la cueva del Curueño

La Junta enviará expertos a la gruta para excavar la zona del hallazgo en busca de utensilios La fot

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Los dos esqueletos hallados en una cueva del Curueño bautizada como Dos Hermanos serán sometidos a la prueba del carbono 14 para determinar su antigüedad. En las próximas horas, expertos en arqueología y paleontología enviados por la Junta se adentrarán en la sima, ayudados por un equipo del Greim (grupo especial de rescate e intervención en montaña de la Guardia Civil), para sacar los restos humanos, así como los de un oso que apareció en el mismo lugar. Los técnicos llevarán a cabo una pequeña excavación en busca de nuevos restos o de utensilios y vestimenta que faciliten la datación de los dos esqueletos. Para algunos investigadores consultados por este periódico resulta extraño que junto a los huesos no se haya conservado ningún objeto, pero parece claro que no se trata de un enterramiento. La forense encargada del caso ha ofrecido ya a la Delegación Territorial de la Junta la posibilidad de enviar los restos humanos al Instituto Nacional de Toxicología, con sede en Madrid, donde someterían los huesos a la datación radiocarbónica, la técnica más fiable para conocer la edad de muestras orgánicas. El Juzgado de Instrucción número 3 de León, que al aparecer restos humanos en la citada gruta ha abierto diligencias de investigación con la finalidad de determinar si los esqueletos son o no recientes, está a la espera de que la Junta realice un informe pericial. Los expertos que han examinado las fotos de los esqueletos realizadas por los espeleólogos que los encontraron no se atreven a aventurar la importancia del descubrimiento, aunque lamentan que los huesos hayan sido manipulados. La gran distancia que separa los dos esqueletos hace sospechar a algunos investigadores -con las lógicas reservas-, que podrían ser de épocas diferentes. En cuanto a los restos de un oso, también hay quien apunta la existencia de otra entrada a la cueva distinta al difícil acceso por el que se adentró el grupo de espeleólogos del Club de Montaña de Matallana. De momento hay más hipótesis y preguntas que respuestas. La cueva, aunque atractiva para los amantes de la espeleología, es una formación geológica con múltiples estalactitas y estalagmitas relativamente «corriente» en la provincia leonesa, donde hay más de cuarenta de similares características.

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