El autor leonés Andrés Trapiello afirma que «la literatura aún no supo abordar la Guerra Civil»
El escritor Andrés Trapiello planteó ayer en el congreso sobre la Guerra Civil Española que este momento histórico permite ya narrar la gran obra literaria sobre la contienda, «en la que todos y cada uno de los españoles pueda reconocerse sin sentir un imperioso deseo de combate». «Esa gran obra como Guerra y paz que permita a los españoles encontrar en sus páginas su personal España, sin sentir afán por construir las Españas de otros», destacó el poeta leonés, novelista y ensayista, cuya ponencia despertó aplausos entusiasmados del numeroso público que le escuchó en el edificio de Humanidades de la Uned. Trapiello se preguntó si sigue siendo verdad aquello de «pasarán las guerras y quedará únicamente la literatura y la poesía», para resaltar que «ahora, como nunca, contamos con miles de páginas nuevas, con minuciosos y solventes estudios sobre vidas y hechos que conciernen a toda clase de instituciones y comportamientos sociales», como confirman testimonios y libros nuevos, y otros recuperados en lecturas y perspectivas diferentes. Para explicar la razón de esta renovación del interés por la guerra civil, consideró que en la historia reciente, unos «queriendo ganar en libros, periódicos, y en el parlamento, lo que perdieron en los campos de batalla», y otros «tratando de confirmar la legitimidad de su golpe de estado, rescribiendo y maquillando los crímenes sobre los que tuvieron que sostener el nuevo régimen», impidieron a la literatura salir de los esquemas. Este nuevo interés de hoy no responde ni a «la falacia repetida de que la transición española cerró en falso la historia de la guerra», ni al «supuesto revanchista de rescribir en uno u otro sentido lo que sucedió», sostuvo. Esas páginas recuperadas o las nuevas de «quienes consideran que ya pueden hablar», confirman, que «como en el conocido relato de Borges estamos en camino de levantar un mapa de la guerra a escala 1/1». Las razones de que el debate se produzca ahora, pasados 30 años de democracia, apuntan -dijo- a una respuesta «compleja, pero no inabordable» en una línea «no canónica», como la que intentó en su intervención librando de etiquetas a escritores como Cernuda, Max Aub, Francisco Pino, Torrente Ballester, Jiménez Caballero, José Pla o Álvaro Cunqueiro, entre otros muchos nombres. «Ciertos poemas de Alberti podía haberlos escrito Jose María Pemán», dijo Trapiello.