Cerrar

Los terroríficos guardianes del templo gótico

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

La variedad de formas escultóricas que adoptan las gárgolas es prodigiosa y en estas figuras se explayó la fantasía de los escultores góticos. Muchas de ellas son fantasmagóricas figuras de monstruos con sus fauces vomitando agua a las que puede suponerse el valor profiláctico de alejamiento del Mal y protección del recinto sacro del templo. Muchas de las gárgolas originales de la Catedral debieron perderse con el transcurso del tiempo. El clima romántico de las restauraciones del siglo XIX devolvió el universo de monstruos y bichas a los muros de las catedrales: así lo realizó el arquitecto francés Viollet-le-Duc que realizó intensos trabajos de reposición de elementos escultóricos en la Catedral de Nôtre-Dame de París, de los que nos han quedado magníficos dibujos y que han contribuido a desatar la imaginación como escenografía perfecta para el deambular del Jorobado de Nôtre-Dame después de que Víctor Hugo publicara en 1831 su famosa novela que convirtió a la catedral parisina en protagonista de una novela de amor y misterio, ingredientes tópicos de la novela gótica. La Catedral de León, décadas más tarde, se sumergió en esta misma atmósfera de recuperación del imaginario medieval. Por desgracia, la intensidad de los trabajos arquitectónicos -con desmonte de partes completas del edificio, reconstrucción de bóvedas mediante complejísimos encimbrados...- impidió que las labores escultóricas se consignaran en los proyectos y en los libros de obras con detalle: las memorias de los proyectos sólo incluyen datos generales sobre la necesidad de «renovar» las gárgolas y demás trabajos escultóricos y los presupuestos que acompañan a las memorias sólo consignan el monto de los trabajos -en cantidad y en gasto- sin detallar dónde se ubicaban estas gárgolas.

Cargando contenidos...