El paleógrafo y epígrafo participa hoy en las conferencias que organiza el Club de Prensa
García Lobo: «Lo que ha ocurrido en San Miguel de Escalada es un crimen»
«Estas cuatro palabras, San Miguel de Escalada, hablan por sí solas», así explica su conferencia de hoy en el Club de Prensa de Diario de León el paleógrafo y epígrafo y profesor de la Universidad de León Vicente García Lobo. De hecho, su intervención se titulada San Miguel de Escalada, cuando las piedras hablan . Ante el derrumbe la semana pasada de parte del suelo de la zona del ábside por la filtración de aguas García Lobo asegura que «todo lo que está pasando es inexplicable», porque el monasterio mozárabe es «único en el mundo, sólo existen tres de estas características y el de San Miguel de Escalada es el mejor conservado». «Es un crimen que se filtre agua al templo porque tiene muy fácil solución». «San Miguel tenía que poder autofinanciarse a través del turismo, pero para eso es necesario reformarlo, cualquier inversión que se realice será rentable», remata. García Lobo insiste en la importancia del templo leonés alegando que en cualquier biblioteca o universidad del mundo que se mencione todos lo ubican «en España y, al menos, en el antiguo Reino de León». También resalta que a todos les sugeriría «una bellísima iglesia, superviviente de una antiguo monasterio mozárabe, o su espléndido códice con unas no menos espléndidas miniaturas, un texto muy completo del comentario del Beato de Liébana al Apocalipsis de San Juan o, incluso a pesar de ser menos conocido, el lugar donde el humanista Antonio de Guevara firmó su comentario al libro del profeta Habacuc». Como gliptógrafo -estudioso de los grabados en piedra-, Vicente García Lobo hace referencia al título de la conferencia que hoy oficiará en el Club de Prensa Diario de León: «Las piedras han hablado siempre, lo malo es que no siempre hemos sabido escucharlas». Así, explica que hay dos formas de comprenderlas, a través de su propio ser pétreo o a través de los mensajes que los canteros fueron dejando en ellas. «Cuando alguien decidía echar mano de las inscripciones en las piedras para plasmar un mensajes es que tenía algo realmente importante que decir, no sólo a sus contemporáneos si no también a la posteridad, porque ejecutar el tallado era muy costoso, tanto física como económicamente». Lo que dicen las piedras En San Miguel de Escalada se puede «escuchar», según el profesor de la Universidad, a 33 piedras, aunque dos de ellas sólo pueda hacerse ya a través de los libros escritos por quienes leyeron en ellas antes de que desaparecieran. Durante su intervención hoy, García Lobo traducirá a los asistentes lo que dicen algunas piedras de San Miguel de Escalada. Por ejemplo, a través de una estela funeraria del siglo IV dará a conocer que por aquel entonces todavía no era ni san Miguel, ni de Escalada. Fue bautizado con el nombre del santo a partir del siglo VII, probablemente, bajo la influencia de los evangelizadores bercianos san Fructuoso y san Valerio, al fundarse allí un monasterio dedicado al arcángel. Para García Lobo, el determinante de Escalada no figura como tal hasta 1095. La infanta doña Elvira deja escrito en su testamento que sea su sobrina nieta doña Sancha la que herede el monasterio de San Miguel con sus pertenencias de Ecalada. El nombre completo aparece por primera vez en 1119. Detalle a detalle, el profesor de la Universidad leonesa explicará todo lo que dicen cada una de las 21 láminas que llevará hoy como soporte de su ponencia en las que aparecerán, entre otras, la lápida de Domenicus, la del honor o el epitafio del abad Sabarico. Leyendo las piedras que forman parte del templo García Lobo explicará no sólo el esplendor del monasterio y de su iglesia, si no que también harán referencia a los antiguos vecinos de la zona.