| Entrevista | Pablo Motos |
«Iba para Luis del Olmo pero acabé riéndome de todo»
El humorista que triunfa en Cuatro dice que «somos hormigas ante el poder»
![El popular presentador de «El hormiguero», Pablo Motos](https://imagenes.diariodeleon.es/files/image_large/uploads/2024/01/20/65ab2814a9e63.jpeg)
El popular presentador de «El hormiguero», Pablo Motos
Pablo Motos (Valencia, 1965) tiene cuerda para rato. No es para menos. El polifacético humorista brilla en Cuatro con El hormiguero ( domingo, 16.15 horas) y en la radio con el despertador matinal No somos nadie ( M-80). Su buen hacer ha sido compensado con el doblete navideño: hará los especiales de Nochebuena y Nochevieja para la cadena, junto a Boris Izaguirre, Ana García Siñeriz, Nuria Roca y, como no, sus inseparables hormiguitas. -Con sólo tres meses de vida «El hormiguero» es uno de los espacios más vistos de Cuatro, ¡vaya récord! -No lo esperábamos. Partíamos con la certeza de que la idea del programa era muy romántica y podía atraer a la suficiente audiencia para que nadie se enfadase. -Por eso la cadena le ha confiado el especial de Nochebuena y las campanadas de Nochevieja. -Lo agradezco, aunque me lo tomo como un reto. Para Nochebuena hemos preparado un show extremo. Habrá experimentos científicos, ternura, espectáculo para todos los públicos y humor, mucho humor. Además, hemos planificado el programa para que se pueda seguir con el volumen apagado, no vaya a ser que alguno de la familia se queje mientras cena. -¿Y fin de año? -Estaremos en la puerta del sol de El hormiguero, una reproducción ficticia de este enclave. Haré de maestro de ceremonias al estilo Ramón García y daré los mejores consejos del mundo para que por fin consigamos cumplir los propósitos que hacemos a principios de año. -¿De dónde bebe el humor de Pablo Motos? -De la observación enfermiza del ser humano como cosa ridícula y patética, que está en el planeta tierra con un ego desmesurado. -Premio Ondas, éxito en televisión, radio y teatro. «Annus mirabilis» para usted. -Sí, je je, ¡y que me quede como estoy! -Su colega de Cuatro Nico Abad dijo que la tele ya no respeta ni la siesta. -Cuando se emite El hormiguero competimos de tú a tú con todas las cadenas, a pesar de que sea domingo a media tarde. Pero, humildemente, prefiero un buen programa a la hora de la siesta que un bodrio que te duerma. -¿Cómo despereza a los telespectadores? -La verdad es que estoy acostumbrado a ir contracorriente. A las 7.00 de la mañana tengo que hacer reír a la gente en la radio cuando no tienen ganas. Y ahora me pasa lo mismo en la tele. Que cómo lo hago. Dándoles jamón serrano y aparcando el chóped. -¿Hay límites en el humor? -Yo hago lo que me da la gana. El límite lo marco yo en lo que me parece de buen o mal gusto. Nunca haría chistes del tercer mundo. - ¿Cómo definiría a la audiencia del programa? -Gente curiosa, con ganas de aprender y capacidad innata de reírse más allá de las banalidades. -¿Ante qué somos hormigas? -Ante el poder y el destino. El primero te dice el camino que debes de seguir; y el segundo, marca el único problema real del hombre, la salud, porque el resto son quebraderos de cabeza.