«Los soldados de hoy en día son entrenados como asesinos»

Ryan Phillippe está en estos momentos con un pie en los tabloides más sensacionalistas y otro en los medios especializados por su interpretación en la esperada película de Clint Eastwood Banderas de nuestros padres, que hoy se estrena en España. Ídolo de quinceañeras a finales de los 90, el actor norteamericano está pasando por una complicada situación sentimental tras separarse de la que ha sido su mujer durante siete años, Reese Wintherspoon, una de las intérpretes mejor pagadas del mundo. -Se está convirtiendo en el actor de moda. -Lo que quiero es trabajar en buenas películas. No quiero que me consideren sólo por mi físico o por un aspecto de mi personalidad. -En «Banderas...» interpreta a un personaje real, a un héroe americano que vivió en realidad. ¿Lo vivió con mayor responsabilidad? -Sí. He intentado homenajear a este héroe, y no era fácil. La suerte ha sido tener a un gran artista como es Clint Eastwood al lado. Ha sido una gran ayuda para conseguir una gran interpretación. -¿Cómo ha sido la experiencia de rodar con él? -La mejor de mi vida. Ciertos momentos del rodaje estarán siempre conmigo. Ha sido un gran esfuerzo físico, pero me ha dado la oportunidad de rendir homenaje a los hombres de la generación de mi abuelo que lucharon en esa guerra. -Hoy, en Estados Unidos, se reclutan soldados en los grandes almacenes... -Sí, pero aún así tienen un tiempo para pensar hasta que llegan al campo de batalla. Los soldados de hoy en día son máquinas de matar, son entrenados como asesinos, no se parecen a los soldados de la Segunda Guerra Mundial, que salían del colegio a la guerra. -La película llega en un momento complicado para EE.UU, inmerso en un conflicto bélico. -o que pasa hoy no tiene nada que ver con los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. No se puede comparar esa guerra con la de Irak porque son muy distintas. Lo que no cambia es el hecho de que en todas las guerras se pierden vidas. Yo estoy en contra de la guerra, pero parece que los seres humanos no podemos vivir sin ellas. -Su carrera ha resucitado ¿a qué cree que se debe? -Supongo que he tenido suerte. -Su próximo filme es «Breach», con Chris Cooper. -Aquí también doy vida a un personaje real, a un miembro del FBI. -El año pasado muchos pensaron que se merecía el Oscar por «Crash». Usted se quedó sin la estatuilla, galardón que sí se llevó su ex mujer. -Fue increíble ver a mi mujer ganar un Oscar. Se lo merecía, no me sorprendió nada que ganara. -En todas las fotografías de esa noche sale usted bastante serio. -Cierto, pero es que no me siento muy cómodo ante ciertas situaciones. No soy muy comunicativo.