El leonés Felipe Vega aborda la incomunicación en su nuevo film

El cineasta leonés Felipe Vega muestra en Mujeres en el parque , su nueva película, a un grupo de personajes que se enfrentan a la incomunicación y al choque entre generaciones, y con este largometraje apuesta por «un cine de espectador más que de consumidor». Mujeres en el parque , que se presentó en la pasada edición del Festival de Valladolid y que se estrena el 12 de enero, comienza con un matrimonio en crisis cuyos conflictos repercuten en su hija, que además tiene que asumir un extraño incidente entre sus padres y una tercera mujer del que ella es testigo. Adolfo Fernández y Blanca Apilánez forman esta pareja, Daniel y Ana, el matrimonio que guarda más de un secreto y que encabeza una compleja hilera de personajes que interpretan Bárbara Lennie, Emma Vilarasau, Alberto Ferreiro y Javier Albalá, que representan a una generación con la que Vega se «siente cercano». El conflicto entre padres e hijos actual es muy distinto al de la generación anterior ya que -aseguró Vega-, «al contrario de lo que ocurría entonces, ahora son los padres los que plantean problemas a los hijos». El cineasta explicó que el guión de la cinta, escrito junto al periodista Manuel Hidalgo, con quien colabora por tercera vez en su filmografía, «parte de los personajes, no de la historia, para no condicionar la realidad de las personas que mostramos en pantalla». Para Hidalgo -también co-autor del guión de la anterior película de Felipe Vega, Nubes de Verano - la fórmula que hace que funcione este trabajo en conjunto se asienta en «un contexto continuo de amistad; de encuentros y experiencias compartidas», que mantienen desde hace años ambos creadores. Tanto director como guionista creen que aún existe la posibilidad de hacer un tipo de cine que tiene un público determinado y es el que plantea esta película, apuntó Vega para quien «Mujeres en el parque» no es una película que «plantee ninguna tesis o pretenda imponer al espectador un mensaje concreto». Parte importante del filme es la música, la única fuente de serenidad y de aislamiento de Daniel, un pianista en constante lucha consigo mismo y con los demás, «un hombre que ha decidido ser opaco en un momento determinado de su vida, lo que le hace doblemente complicado», explicó Vega. El músico es el eje central del trío de mujeres protagonistas, incapaces de comprender a un hombre «contenido, tránsfuga de los sentimientos», según las palabras del actor que le encarna, Adolfo Fernández, y que, para Felipe Vega, «refleja bastante bien a todos los hombres por mucho que esto pese». La imagen actual de Madrid en la que se ambienta desarrolla un papel relevante en la película ya que «contextualiza a los personajes y los sitúa en un entorno, además de representar perfectamente el proceso de demolición y construcción por el que pasan casi todos ellos», aseguró el cineasta leonés.