Benitos Título cuerpo 35 2 líneas género Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Títulodfh shisdfiudfi sifsdifisd Earl devuelve un portátil y gasolinaPovedilla sepultadopor equivocación Jóvenes médicos residentes frente a un farsante asesor pol

Después de que su estreno nos dejara a todos patidifusos, venciendo incluso a la invencible CSI , Manolo y Benito ha ido retrocediendo hasta bajar del 18% de «share». Sigue con unos 3,5 millones de seguidores, que es mucha gente; no se puede hablar de fracaso. Pero ya parece claro que esta resurrección de Manos a la obra no va a revolucionar el paisaje. La apuesta de Manolo y Benito consistía en refrescar el costumbrismo de su serie madre. Es obvio que algo ha fallado. ¿Quizá no hay bastante costumbrismo en los nuevos guiones? El costumbrismo, rasgo típico de la marca Escrivá, olía a rancio y avejentado, pero eso, que quizás estuviera mal visto por la crítica «in», no dejaba de ser un argumento poderoso a la hora de atraer a cierta porción del público. Es lo que pasaba con Cine de barrio en sus años dorados: su éxito radicaba precisamente en su inconfundible aroma a salita de estar de los abuelos, a maleta llena de recuerdos y sepultada en algún armario, lo cual atraía no sólo a los abuelos en cuestión, sino también a otros públicos. ¿No estamos ahora en plena explotación comercial de la nostalgia, como en TVE? Hace tiempo que «lo nuevo» dejó de ser un valor en sí, y más en una sociedad que se avejenta a marchas forzadas. Lo nuevo de Manolo y Benito ha huido deliberadamente del costumbrismo, quizá porque a los creadores más recientes ya no les es posible cultivarlo. Sin embargo, los personajes mismos, esos dos chapuceros de paleta y gotelé, son irremediablemente costumbristas, es decir, que pertenecen a ese mundo por mucho elemento posmoderno que aporte el guión. Así las cosas, cambiar el escenario, adelantar veinte años el contexto narrativo, es como forzar a los personajes a un viaje en el tiempo. Eso a veces puede tener mucha gracia, como en Los visitantes , la película de Jean-Marie Poiré, con esos franceses del medioevo que se transportan a 1993. Es, además, un tópico literario desde que Mark Twain trasplantó a un yanqui a la corte del rey Arturo. Pero para que salga bien hay que tomar partido: por el pasado, como Poiré, o por el futuro, como Twain. Manolo y Benito , muy visiblemente, ha prescindido de todos esos problemas: se limita a colocar a Pepe Gotera y Otilio en el universo del manga. Y la cosa, claramente, no funciona. A todo esto, nadie dude que en otras condiciones, con rivales más asequibles que CSI y Mira quién baila , quizá Manolo y Benito hubiera podido estabilizarse cerca del 20% y ahora no estaríamos hablando de los problemas de concepto de la serie, sino del «tirón» que sigue teniendo el costumbrismo. En un mundo tan cambiante como el de la tele, donde dos puntos de «share» separan el infierno del paraíso, casi todo depende siempre de las circunstancias. Texto Texto Texto Texto TEXTO Van dos episodios. En Algo por lo que vivir, Earl le devuelve a un hombre la gasolina robada hace un año y poco después comprueba como ese mismo hombre intenta suicidarse. En el que lleva por título La profesora, Earl devuelve un portátil que según la etiqueta pertenecía a un profesor universitario, cuando en realidad la propietaria es una profesora muy atractiva. ?uelven Los hombres de Paco en su tercerea temporada. La serie protagonizada por Paco Tous, Pepón Nieto y Hugo Silva es una mezcla de thriller y comedia. En Vértigo , tras los momentos de angustia en los que todos dan por hecho que Povedilla ha muerto asfixiado tras ser sepultado por equivocación, el policía becario da señales de vida. Y él y su novia anuncian una gran noticia... Otra noche de estrenos. Nueva ficción española, MIR , producida por Videomedia, frente a la nueva ficción norteamericana Psych . En la primera, con un reparto encabezado por Daniel Freire, Amparo Larrañaga, Luis Marco y Nuria Gagó, entre otros, recrea el día a día de varios jóvenes residentes en un Hospital Universitario. En el episodio de hoy, los nuevos aspirantes a médico son distribuidos según su especialidad. El equipo médico da la bienvenida a Mateo, en el primer curso de residente de Pediatría, que ha elegido para quedarse en Madrid con su novia pese a que odia a los niños. En cuanto a Psych , que combina el humor con la intriga criminal, Shawn Spencer es un joven al que su padre detective enseñaba desde muy pequeño a fijarse en todos los detalles de su alrededor. Además de trabajar como asesor policial, monta una agencia de investigación llamada Psych, donde, de manera picaresca, intenta solucionar los casos más insospechados.