Diario de León

El edificio de 1927 albergará también una pinacoteca de artistas leoneses contemporáneos

El palacete de Independencia abre el día 23 como museo Díaz-Caneja

La Diputación ha invertido un millón y medio de euros en restaurar el antiguo Instituto de Higiene

El edificio construido por Torbado hace 80 años abre este mes transformado en museo

El edificio construido por Torbado hace 80 años abre este mes transformado en museo

León

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El viejo Instituto de Higiene abrirá sus puertas como museo el próximo día 23, tras un año de obras y una rehabilitación que le ha costado casi millón y medio de euros a la Diputación. El palacete de Independencia, construido en 1927 por el arquitecto conservador de la Catedral Juan Crisóstomo Torbado, albergará la colección que el artista palentino Juan Manuel Díaz-Caneja cedió a León. En su legado, el artista Díaz- Caneja, del que se acaba de cumplir su centenario. pedía que su obra fuera mostrada, precisamente, en este inmueble de estilo clasicista, que al parecer le cautivó. El pintor, al que su ciudad natal le ha dedicado un museo, tenía fuertes vínculos con León, a la que donó sesenta obras. En otras salas del futuro museo se mostrará una selección de los fondos pictóricos de la Diputación; en concreto, obras de artistas leoneses contemporáneos. En 80 años, el palacete, construido sobre una parcela de 6.000 metros cuadrados de la Diputación, nunca había sido utilizado hasta ahora por su legitima propietaria, quien desde su construcción prestó el edificio para usos sociales y sanitarios. Primero estuvo a cargo del Estado, como Instituto Nacional de Higiene, para pasar después a ser gestionado por la Junta como centro de vacunaciones, análisis y distribución de metadona para toxicómanos. El palacete construido por Torbado es un misterio. Los técnicos del Instituto Leonés de Cultura (ILC) apenas han conseguido reunir un puñado de datos sobre este edificio de estilo historicista, que posee un inmenso balcón decorado con columnas y ménsulas y una peineta central de azulejos con las siglas del instituto de Higiene. Durante las obras de restauración aparecieron en el edificio algunas fotos antiguas -una de ellas mostrando la maqueta del edificio-, que previsiblemente se mostrarán también al público. En un primer momento, la Diputación pensó trasladar aquí el Museo Etnográfico, que en primavera abrirá sus puertas en el antiguo convento de San Agustín de Mansilla de las Mulas, ya que desde hace años desborda los sótanos del edificio Fierro. En sus ochenta años, el palacete de Independencia apenas ha sufrido cambios, excepto pequeñas reformas en la compartimentación de algunas estancias. Una joya en el interior El interior del inmueble, con una superficie total de 1.372 metros cuadrados, que consta de dos plantas -con escalera central y pasillos en forma de cruz que se abren a grandes salas-, un sótano y un bajo cubierta es una auténtica joya: azulejos y terrazo de época, una gran cristalera con la figura de Ramón y Cajal realizada en los Talleres Basurto, marcos, puertas, balaustradas, zócalos y escaleras de mármol, vidrieras emplomadas... Resulta también llamativa la rejería, tanto interior como exterior, cuyo estilo hace pensar en alguno de los colaboradores o discípulos de Gaudí. Igualmente singular es la biblioteca, de la que se conservan las maderas, un frontispicio, un tímpano y los anaqueles, pero ni rastro de los libros que albergó en otra época. La planta baja permitirá a la Diputación rescatar -de almacenes y pasillos-, obras de artistas leoneses de la rica pinacoteca que posee esta institución, acumulada a lo largo de décadas. Un patrimonio que podrá salir a la luz a través de exposiciones temporales. El sótano será un desahogo para los atestados almacenes del contiguo edificio Fierro, sede del Instituto Leonés de Cultura. Ambos inmuebles quedarán unidos en el futuro a través de sus respectivos patios y del de la vecina biblioteca pública, creando un gran espacio ajardinado en el que ahora se amontonan los restos -una montaña de piedras- del legendario hospicio. La Diputación pretende recuperar estas piedras en este mismo lugar, aunque no hay una idea clara de qué hacer con ellas. La última planta del inmueble (bajo cubierta) se dedicará a administración, biblioteca, sala de consulta e investigación. El edificio ha suprimido las barreras arquitectónicas y será perfectamente accesible para minusválidos. Las obras de rehabilitación, que comenzaron en enero del año pasado y se adjudicaron a las empresas Decolesa-Goncelis, han respetado todos aquellos elementos arquitectónicos originales: mármoles, azulejería, pavimentos, barandillas, carpintería interior, artesonados, molduras y relieves en yeso. SUPERFICIE DEL EDIFICIO en metros cuadrados Las dimensiones exteriores del palacete son 24,5 por 14 metros. SUPERFICIE POR PLANTA en metros cuadrados. Repartidos en cuatro plantas: sótano, dos plantas sobre rasante y bajo cubierta.

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