«León ya tiene todo el pasado del mundo y lo que precisa es mucho futuro»

-¿Cuál es el gran logro del Musac? -Creo que es el hecho de que sólo está haciendo exposiciones propias, no vive de las rentas de otros proyectos sino que es absolutamente propio y se ha definido en torno a lo que tiene sin tener un ejemplo directo al que seguir o copiar. Hasta ahora hemos inaugurado quince grandes proyectos, con lo que hemos conseguido definir nuestra propia voz y tener presencia ganada paso a paso en el mundo del arte. Trabajamos con el presente y, por lo tanto, formamos parte de él. Ese es otro de nuestros puntos de riesgo y con el que tenemos que trabajar siempre con tacto. Por otro lado, creo que hemos logrado que los leoneses vuelvan a sentir la ilusión de que desde esta ciudad se pueden hacer grandes cosas nuevas que sean valoradas ampliamente desde fuera. Eso es importantísimo. Si un proyecto cultural consigue que los ciudadanos valoren más el espacio del que parte es algo para sentirse orgulloso. Estamos proyectándonos desde el presente al futuro. León ya tiene todo el pasado del mundo y lo que precisa es mucho futuro. -El mundo no es como es, es como somos... -Exacto. El espacio que habitamos es el espacio que pensamos. -¿Con qué exposición se queda y por qué? -Con las que se inauguran hoy, sin duda, creo que el museo está en la fase con la que siempre soñamos, proyectos muy diferentes y de altísima calidad al unísono. -¿Qué obra le gustaría exponer? -Más que exponer, hay muchas obras que aún siendo de artistas más o menos recientes, es difícil tener en la colección por su alta cotización. No podemos tener un buen Murakami, un Damien Hirst o un Mauricio Cattelán. Pero bueno, eso es por ahora. -Está en las listas de los más influyentes. -Estar en esas listas implica envejecer rápido, pero no creo que esas listas valgan para mucho más que agradar a las madres y confundir al ego.